Cada
vez más cubanos usan la ruta de México para huir
a EEUU
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LA HABANA, 1 (AP) - La vasta mayoría de
los cubanos que salen ilegalmente de la isla ingresan
ahora a los Estados Unidos por México después
que sus familiares en los Estados Unidos pagan
miles de dólares a redes del hampa que
los recogen en el extremo oeste de Cuba en lanchas
de alta velocidad.
La ruta de México es más peligrosa
que un viaje directo de 145 kilómetros
(90 millas) de Cuba a la Florida, pero tiene menos
probabilidades de que intervenga la Guardia Costera
de los Estados Unidos. Casi el 90% de todos los
cubanos indocumentados que llegan a los Estados
Unidos lo hacen por tierra en vez de por mar,
según la agencia de protección de
aduanas y fronteras.
Desde la costa mexicana, los cubanos sencillamente
viajan hasta la frontera estadounidense, donde
al contrario de lo que ocurre con los demás
inmigrantes indocumentados, son recibidos al amparo
de la ley estadounidense.
México, que lucha contra el hampa, paga
el precio de ese cambio en el flujo migratorio,
especialmente en Cancún, el deslumbrante
balneario del Caribe. El lunes, los investigadores
descubrieron allí el cadáver de
un cubano-estadounidense de Miami, Luis Lázaro
Lara, esposado y con los ojos cubiertos por cinta
adhesiva. Había sido acribillado de diez
balazos que le desfiguraron la cara.
Días antes, las autoridades arrestaron
al menos a ocho personas bajo sospecha de que
habían conducido de contrabando a cubanos
a México, incluyendo seis con residencia
o ciudadanía estadounidense que acababan
de ser entrevistados por las autoridades estadounidenses.
Lázaro Lara tenía conexiones con
estos contrabandistas de personas, dicen los investigadores
mexicanos.
"Son bandas que están bien organizadas,
bien financiadas y muy poderosas", dijo el
senador Carlos Navarrete, que integró un
grupo de legisladores mexicanos que vino a La
Habana para discutir la cuestión con legisladores
cubanos en junio. "Por supuesto que son un
problema muy serio para los dos gobiernos, México
y Cuba", anotó.
Entre el 1ro. de octubre y el 22 de julio llegaron
unos 9.296 cubanos a los Estados Unidos procedentes
de México, más del doble que los
4.589 que llegaron o que fueron recogidos por
la Guardia Costera en los estrechos de la Florida
durante el mismo período.
La ruta mexicana es ahora tan popular que las
autoridades de inmigración califican a
quienes la siguen como cubanos "de pies polvorientos",
un juego de palabras alusiva a la política
de "pies mojados/pies secos" que le
permite a los inmigrantes cubanos capturados en
suelo estadounidense quedarse en Estados Unidos,
pero que devuelve a la isla a aquellos a quienes
intercepta en el mar.
Las autoridades mexicanas culpan del hecho a
la mayor seguridad a lo largo de las costas estadounidenses,
pero el funcionario mexicano dijo que las pandillas
más ricas y poderosas son las responsables.
Un contrabandista de personas con una lancha
rápida que hace el trayecto de 200 kilómetros
(120 millas) entre Cuba y la península
de Yucatán puede ganar 30.000 dólares
por carga de una treintena o más de cubanos.
A menudo conciertan citas con yates que pueden
llevar grandes grupos a la costa sin ser detectados.
El dinero generalmente proviene de familiares
en Estados Unidos que le pagan a los contrabandistas
hasta 10.000 dólares por persona para sacar
de la isla a sus seres queridos. Tal como sugieren
los arrestos recientes, la mayoría de las
pandillas emplea a residentes estadounidenses
de origen cubano que operan en Cancún y
otros locales a lo largo del Yucatán.
Los contrabandistas utilizan teléfonos
de satélite y tecnología del Sistema
de Posicionamiento Global (GPS) para coordinar
sus encuentros nocturnos en la provincia cubana
de Pinar del Río, en el extremo oeste.
Las lanchas rápidas tienen hasta tres motores
de 275 caballos de fuerza, lo que reduce el viaje
a 6 horas si no tienen que cambiar de rumbo para
no ser detectados.
Algunos cubanos tratan de llegar al Yucatán
por sus propios medios en embarcaciones improvisadas
y balsas, pero es fácil perderse en el
Golfo de México. Una de aquéllas
estuvo flotando en el golfo durante 25 días
hasta que en junio rescataron a un solo sobreviviente
de los 19 que iban a bordo.
Las autoridades cubanas tienen prohibido usar
la fuerza para detener los botes, excepto en defensa
propia. En cambio, informan a la Guardia Costera
estadounidense las coordenadas de la embarcación
que huye, aunque se haga evidente que se dirija
a México. Y aunque combatir el contrabando
humano entre Cuba y México no es prioridad
de la Guardia Costera, los funcionarios estadounidenses
suelen informarle a la armada mexicana.
La detención de cubanos indocumentados
en México se han catapultado de 254 en
el 2002 a 2.205 el año pasado, según
el Instituto Nacional de Inmigración. Pero
la mayoría es dejada en libertad después
de 90 días en centros de inmigración.
Sólo 772 cubanos _un tercio de los arrestados
el año pasado_ fueron repatriados a Cuba.
El resto logró llegar hasta la frontera
estadounidense, donde el ingreso de cubanos subió
de 6.310 en el año fiscal 2004 a 7.281
en el 2005 y 8.677 en el último año
fiscal que terminó el 30 de septiembre.
Al contrario de los demás inmigrantes,
los cubanos no necesitan huir de la Patrulla Fronteriza.
Sencillamente anuncian su nacionalidad y piden
quedarse. Mientras no tengan antecedentes delictivos
o problemas peligrosos de salud, son autorizados
a quedarse en Estados Unidos y pueden solicitar
la residencia permanente después de un
año.
Funcionarios mexicanos se quejan en privado de
que Estados Unidos acepta a los inmigrantes cubanos
con demasiada facilidad, pero admiten públicamente
que sus propias autoridades no están haciendo
lo suficiente para detener a los contrabandistas
de gente.
"Tenemos que tener claro que hay un flujo
de emigrantes de Cuba a México y que está
incrementando", dijo la senadora Rosario
Green, presidenta de la comisión de relaciones
exteriores. "México no debe ser un
trampolín para los Estados Unidos",
advirtió.
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