Fisiculturismo en Cuba, un barco condenado a navegar muchos limbos

"El INDER no lo reconoce como un deporte. Para mí lo es, porque cumple con todas las características de un deporte", explica el exprofesor universitario y entrenador Layner Galdona Alado.
Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram

LA HABANA, Cuba.- Hubo un tiempo donde los cuerpos hercúleos eran una rareza en la Isla. La existencia de estos gigantes parecía confinada a las páginas de las pocas revistas especializadas que circulaban por trasmano, clandestinamente, pues su tenencia estaba sujeta a la censura por el origen de su procedencia y contenido. El fisiculturismo no estuvo completamente prohibido en Cuba, pero sí fuertemente restringido y regulado durante muchos años por el Gobierno, que en la década de 1960 lo declaró una actividad “degradante” y “contraria a los valores socialistas”, lo que resultó en la prohibición de competencias y la desaprobación de revistas y programas de televisión relacionados con ese deporte.

En la actualidad, las circunstancias son diferentes y cada vez más es mayor la cantidad de personas que llegan a los gimnasios con el propósito de construir una musculatura lo más cercana posible a parámetros profesionales. Para controlar y organizar ese auge fue creada la Asociación de Culturismo y Fitness de Cuba (ACFC), la cual cuenta con delegaciones en las provincias e implementa un sistema de competencias provinciales y nacionales.

Sin embargo, todavía no es reconocida oficialmente y la práctica del fisiculturismo sigue sujeta a estrictas regulaciones que limitan su desarrollo. Contradictoriamente, en calidad de organismo rector, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) no clasifica al fisiculturismo como un deporte, ni a sus practicantes como atletas.

Licenciado en Cultura Física y exprofesor de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, con un postgrado internacional en fisiculturismo, Layner Galdona Alado es uno de los profesionales volcados en apoyar el crecimiento del fisiculturismo cubano. Se desempeña como entrenador personal de un gimnasio privado de La Habana, donde ha preparado a varios atletas premiados en competiciones de la ACFC.

Desde las instalaciones del Gym Olimpos, en la barriada La Víbora, donde cada jornada madruga para guiar a decenas de culturistas de todas las edades que asisten a curtir sus músculos, conversó con CubaNet sobre la evolución y otros avatares del fisiculturismo criollo.

fisiculturismo, Cuba
Layner Galdona Alado, Licenciado en Cultura Física y entrenador personal. (Foto del autor)

—Hay una gran tendencia a acudir a los gimnasios, pero antes no era así. ¿Qué ha cambiado?

—En la Universidad tratamos el gimnasio como un elemento sociabilizador dentro de la comunidad. Son lugares donde las personas, además de sentirse bien y lograr resultados personales, tienen la posibilidad de conocer a otras personas, e incluso de encontrar el amor. Cada día se acercan más, y vemos más ‘fuertes’ en la calle. Acercarse a los gimnasios es una tendencia a nivel mundial.

Lo que sí sería importante es que cada persona trate de superarse, y no estoy refiriéndome a levantar más peso, sino a estudiar un poco más, a tratar de profundizar sobre qué hacen y cómo mejorar. Eso aplica también para nosotros, quienes entrenamos en este deporte. Llevo 20 años en la profesión y todavía me siento un aprendiz que a diario recibe algún conocimiento de los atletas que entrena.

—Te has referido al fisiculturismo como un deporte, y a sus practicantes como atletas. Sin embargo…

—El INDER maneja sus conceptos, y no lo reconoce como un deporte. Para mí, sí lo es, porque cumple con todas las características de un deporte. Incluso, dentro de la literatura de levantamiento de pesas que se estudia en la carrera, el culturismo aparece como un deporte de apreciación al lado de la gimnasia y de otros deportes que también son medidos por apreciación.

Que lo quieran tener como un deporte sin carné es otra cosa, pero sí cumple con todas las características para ser un deporte. Y sí son atletas. Existe el atleta profesional y el atleta amateur. Pueden ser atletas amateurs que practican un deporte, que no es lo mismo que practicar un hobby, hay una terminología ahí que hay que saber dominar y saber determinar.

Las personas ven como profesionales solamente a los atletas que reciben un beneficio monetario por la realización de la actividad física. Los nuestros evidentemente no reciben un beneficio monetario, pero el tiempo empeñado en la práctica de este deporte, amén de que tengan un trabajo, realmente los convierte en profesionales de este campo.

—¿Por qué piensas que todavía no se reconoce como un deporte?

—Quizás porque estamos representados solamente por una federación, no reconocida por demás, y el deporte está guiado por una política de país que en este caso dirige el INDER, quien no tiene bajo su proyecto de trabajo, sus directrices, atender este tipo de práctica y tal vez le es más sencillo tratarlo así.

Pero a mí me preguntan: ¿y qué tu practicas? Y tengo que responder, culturismo. No tengo otra manera de explicarlo. Si usted hace ejercicios en su casa, como le da la gana, duerme cuando quiere, bebe alcohol, va a fiestas y fuma, usted no es atleta culturista. Usted hace ejercicios, de vez en cuando o todos los días, como sea, pero usted no sigue unos parámetros, unas reglas, un horario, no tiene una alimentación, una disciplina. Entonces, usted no es atleta.

—¿Qué no reconozcan al fisiculturismo como deporte, pudiera ser una cuestión de estigma?

—Sería especular. Tal vez consideran que sea una práctica muy cara porque, por ejemplo, sostener una dieta es muy difícil, realmente tiene un costo muy elevado, y pagar una matrícula en un lugar privado también se vuelve extremadamente caro. Pero también hay otros muchos elementos que no están muy claros. Habría que preguntar las razones reales de por qué no tenemos una delegación que nos represente a nivel internacional.

Son muchos factores, estereotipos y pensamientos que deben ser cambiados. Unos años atrás, quizás, no pensamos que esta práctica, que este deporte, tuviera la evolución que está teniendo. La masividad que está logrando debería servir para derribar las puertas necesarias.

—¿Cuánto más se pudiera crecer con el apoyo del INDER?

—Si se enfocara en ayudar de manera más comprometida fueran mejores los resultados, e incluso traería beneficios para todos. Para empezar, pudiera no impedir que los profesionales ayuden al crecimiento de este deporte. En la Universidad de Cultura Física y del Deporte hay excelentes profesionales que aportarían grandes beneficios al desarrollo del culturismo.

Debería existir más apoyo hacia la federación. Sobre todo, se necesita cambiar un poco el pensamiento, no se puede seguir asociando el culturismo con el uso de esteroides solamente, nuestros atletas no son un pomo de esteroides, nuestros atletas son esfuerzo, son sacrificio. Ahí mismo está Yailín, una atleta que con su esfuerzo ha llegado a donde está, sin tener que utilizar ningún químico.

Galdona Alado supervisa las rutinas en el entrenamiento de Yailín. (Foto del autor)

Años atrás se pensó que el levantamiento de pesas femenino acababa con las mujeres, se prohibió por el uso de esteroides y, sin embargo, hoy tenemos campeonas, tenemos atletas con excelentes resultados en el levantamiento de pesas ¿Usan esteroides? No. ¿Qué hacen? Una correcta preparación, dirigida por profesionales de alto nivel.

Y esos profesionales de alto nivel también los podemos volcar hacia el culturismo, integrarlos en los gimnasios. El INDER debería enfocar el culturismo como parte de su política, de la política del deporte cubano.

Una vez sugerí en la universidad hablar con los dueños de los gimnasios particulares, para cada año ubicar en esos gimnasios un determinado grupo de estudiantes y que el organismo se ocupara del pago de esos estudiantes, para que cumplieran una función de trabajo social en lugares donde pudieran emplear las herramientas que aprendieron y ayudar a los entrenadores que estaban al frente de los gimnasios, que la mayoría no son profesionales.

De eso no quisieron ni hablar, y era una manera de ayudar al organismo, al deporte, a los futuros profesionales. La gente encargada del deporte no quiere escuchar de culturismo.

Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.

Add New Playlist