AGRICULTURA
Las UBPC y la fantasía de la recuperación agropecuaria
(II)
LA HABANA, enero (www.cubanet.org)
- En teoría las UBPC son entidades independientes.
Pero la pertenencia de la tierra las ata indisolublemente
al sistema estatal agropecuario. Así, su
producción figura entre los resultados
del Ministerio de la Agricultura. Es este organismo
el encargado de suministrarles los equipos (por
alquiler o venta) y los insumos (semillas, pesticidas,
fertilizantes, etc.).
La decisión en cuanto a la entrega de
esos medios corresponde al ministerio de marras
en sus diversas instancias (nacional, provincial
y municipal). Las empresas estatales sobreviven
con la mayor cantidad de tierras fértiles
a su haber pero con los peores resultados productivos.
El mejor equipamiento y los mayores insumos los
consumen las empresas estatales, que tienen también
la mayor cantidad de tierras fértiles aunque
los peores resultados productivos. Ellas dedican
una parte de los equipos e insumos a las UBPC.
Los cargos directivos estatales norman y "supervisan"
el trabajo de las UBPC dentro de la estrategia
global de ese ministerio.
Vivo ejemplo resulta la entrega y distribución
de algo tan sensible en Cuba como el combustible.
Los delegados provinciales y directores de empresas
poseen vehículos ligeros (jeeps) que disponen
del combustible necesario, y los tractores estatales
se usan en labores no vinculadas a la producción.
Mientras tanto, las UBPC han tenido que realizar
la mayoría de sus actividades con las tradicionales
carretas con yuntas de bueyes. Esto facilita un
ahorro de combustible, pero encarece en cinco
veces las actividades productivas directas.
Para fines del 2002 las pérdidas registradas
por el Ministerio de la Agricultura ascendían
a más de 414 millones de pesos, y de ellos
sólo el 7 % eran de las UBPC para un total
de 30 millones 600 mil pesos. Y los mejores resultados
productivos son de éstos últimas.
Según informaciones financieras ya en
el 2002 el 60 % de las UBPC habían amortizado
al Sistema Bancario los créditos otorgados
al adquirir la dotación inicial. Y esto
a casi una década de funcionamiento.
Para esa misma fecha se reporta que el 60 % de
esas entidades obtenían ganancias. Pero
un 40 % de ellas con pérdidas es un balance
muy negativo para aspirar a que éstas sean
el motor impulsor de la recuperación del
agro cubano.
La producción de las UBPC es acopiada
y vendida por Acopio, con sus consecuentes problemas
de tardanza en recoger los productos y el pago
retrasado. Ahora, con el plan de los Mercados
Agropecuarios Estatales, ellos llevan directamente
sus productos a las plazas asignadas para su venta,
pero ésta se realiza a "precios topados",
con un máximo impuesto por el Estado para
que la población obtenga productos más
baratos. Aunque la intención pueda ser
loable, impide una recuperación financiera
y origina pérdidas donde debían
haber ganancias.
Todos esos problemas impiden a los miembros de
las UBPC tener la remuneración adecuada
por su trabajo y los desestimula. Pagar a los
productores tan poco por su trabajo no parece
ser la solución para un buen abastecimiento
de productos agropecuarios, que tendría
que estar en un aumento de los salarios a tono
con los reclamos del mercado para que los trabajadores
puedan tener acceso a los productos del agro.
Pero eso es una decisión estatal.
¿Cómo evolucionarán las
UBPC en los próximos años? Teniendo
en cuenta todos los factores adversos que enfrentan,
el pronóstico es negro. Es muy poco probable
que el estado proceda a disolverlas, como es su
prerrogativa, pero para modificarlas tendría
que cambiar todo el rosario de errores cometidos
y que se cometen en la política agraria
en el país.
Sólo una cosa es segura: una producción
agrícola fuerte y sustentable es posible
en el país sólo con productores
independientes, asociados o no, con los recursos
necesarios. Pero ante todo, con una fuerte estimulación
económica que se corresponda con sus resultados,
en un mercado libre y sin coacciones estatales,
caracterizado por el nivel de la producción
y no por los diplomas, gallardetes y banderas
que otorga el Estado. Y eso no lo puede dar una
economía socialista. cnet/27
Las
UBPC y la fantasía de la recuperación agropecuaria
(I)
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