Manuel Alvarez Casado.
El Nuevo Herald,
marzo 13, 2002.
En Por una TV Martí sin interferencias,
[Perspectiva, 4 de marzo], el ingeniero Manuel Cereijo establece opiniones que
no se ajustan a la realidad y ni siquiera se acerca a parámetros técnicos
reales. Ofrece soluciones simplistas a un complicado tema técnico y más
bien político. Coincidimos con Cereijo en que la posibilidad de que TV
Martí pueda verse en Cuba es de gran importancia para nosotros y para que
el pueblo de Cuba esté plenamente informado.
Vamos a separar Radio Martí de TV Martí, algo que mezcla
Cereijo en su artículo. Habla de transmisores de 500,000 W cuando eso
puede pertenecer a la banda de onda media, que no tiene que ver nada con TV. No
se conoce ningún transmisor de esa potencia en TV. Puede a lo mejor
querer haber dicho la potencia radiada efectiva, que es una combinación
de potencia de transmisión, ganancia de la antena menos pérdidas
de línea de transmisión, etc.
Si bien es cierto que el video es transmitido usando ondas de AM, con un
ancho de banda de 6 MHz., su interferencia debe ser efectuada usando algo más
elaborado que un tono o señal de una sola frecuencia, y los métodos
son muy variados ya que es imposible con un simple tono ''barrer'' un ancho de
banda de casi 6 megaciclos. Por lo general se usan otros métodos de banda
ancha y lo que Cuba usa es un programa basado en computadoras, que barre la gama
completa y la componente de audio generada por un transmisor de FM. En el caso
del FM o el audio de la TV, hay un concepto técnico de captación
que indica que la señal más fuerte capturará el receptor,
por lo que la potencia radiada de la emisora deberá por lo menos duplicar
la señal efectiva de la otra.
Decir que la UHF es más eficiente que la VHF no es correcto, y cuando
se transmite sobre el mar el efecto de ducting, que hace que la señal sea
atrapada y llevada a largas distancias por capas atmosféricas, es más
efectivo en VHF. La solución con sólo 3 trasmisores, torres de
1,000 pies de altura, sin indicar su localización es también
simplista. No hay forma de que una señal de VHF y menos de UHF pueda
cubrir la isla completa, ya que requiere una intensidad de campo mayor que la
VHF para cubrir la misma área. Pensar que la dictadura de Cuba no tiene
recursos para interferir las señales de TV Martí en esa banda es
ridículo. El récord público de la FCC detalla las
frecuencias asignadas, el ancho del área de captación de la
antena, la potencia máxima autorizada, que está en los 398,000 W
ERP, altura máxima de la antena y la longitud y latitud del sitio
autorizado.
El Congreso en 1995 adjudicó 1.2 millones de dólares para ese
fin. Sería bueno averiguar qué se hizo con ese dinero, ya que
contrataron a una gran firma de ingenieros para hacer el estudio. En él
la USIA asume que ''Cuba no tiene operaciones en esa frecuencia y por tanto sería
muy difícil para el gobierno cubano interferir un sistema en espacio y ágil
(refiriéndose a varios canales). Asume el informe de la USIA que ``debido
a que el gobierno de Cuba no está operando en estos momentos en estas
frecuencias y no posee una red de canales en esta banda, bajo los términos
de ITU (Internacional Telecommunication Union) no se considera como
interferencia dañina'' (Page 2 Memorandum of opinion and order FCC
96-15). Además el gobierno de Cuba, según la Gaceta Oficial de 24
de febrero de 1995, prohibió las antenas de televisión de UHF,
limitando el uso de antenas exteriores no dirigidas hacia el territorio
nacional, con las sanciones correspondientes.
En cuanto a que tres estaciones pudieran cubrir el territorio, si esto fuera
cierto, ni CMQ ni Telemundo hubieran tenido que construir 7 estaciones y una
intensa red de microondas para cubrir noventa por ciento del territorio en
nuestra era republicana. Con antenas a 1,000 pies de altura, la señal
tipo B o TASO 3, o sea, una señal pasable, implicada por la comisión,
caería en el medio del mar. Otro sistema fue discutido por la USIA, pero
nunca llegó a implementarse. El mayor problema que tienen TV y Radio Martí
es político, si analizamos, sin apasionamiento, que Radio Martí en
onda media y TV Martí son estaciones corsarias con una patente del
gobierno de EU. ¿Por qué? Radio Martí onda media (1180 khz.)
está localizada en los cayos de la Florida, con un área primaria
de servicio fuera de los límites territoriales de EU, con prohibiciones técnicas
que le inhiben de transmitir hacia el territorio continental norteamericano.
Operando bajo los auspicios de una licencia doméstica (¿de EU o de
Cuba?) a TV Martí, en la misma forma el FCC no sólo le prohíbe
transmitir hacia EU, sino que regula el ángulo del patrón de
radiación de sus antenas para evitar que sus señales radien hacia
EU. ¿Dónde está la autoridad de la FCC para licenciar
estaciones cuya área de servicio cae fuera de los límites de sus
aguas jurisdiccionales? Esto no tiene precedente legal ni histórico.
Ya las estaciones están construidas, forman parte de un sistema,
requieren una contribución del fisco de EU; entonces ¿por qué
no las hacemos operar correctamente? ¿Por qué no existe un interés
político de operar estas emisiones para que realmente puedan verse y oírse
en Cuba y no sean un placebo para política local cubanoamericana de la
Florida? Antes de que empezara TV Martí, el Herald (junio 21, 1988) me
publicó un artículo en que expresaba las razones por las que TV
Martí no iba a funcionar.
Podemos cansarnos de discutir el asunto desde el ámbito técnico,
pero las ecuaciones se componen de dos partes. Si no existe un interés
político de la otra parte, esto continuará siendo otra chambelona
que los partidos de turno nos darán para que le pasemos la lengua.
Soluciones técnicas hay, ninguna infalible, pero no hay que darle las
primicias a nuestro enemigo. Con mucho respeto para el escritor del artículo,
que goza de todas mis simpatías y admiración, había que
poner las cosas en su punto.
Presidente de Beam Radio, miembro de la Brigada 2506, miembro del GART
(Grupo Asesor de Radio y Televisión), miembro de la SIRA, Fellow del
Radio Club of America (NY), Premio Fred Link 'Por su contribución
substancial al desarrollo de las comunicaciones' (RCA 2000), miembro de IMTA, técnico
de la televisión cubana. Trabajó 20 años para WTVJ Channel
4.
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