Tratan de
ocultar el carácter político de enfrentamiento con la policía
SANTIAGO DE CUBA, 23 de mayo (Luis Alberto Rivera, APLO) - En medio de lo
que apunta ser el intento de encubrir un conflicto político con una
demanda civil, ayer al mediodía fueron liberados los detenidos durante el
funeral del preso de conciencia Marcelo Diosdado Amelo Rodríguez.
Luego de ser acusados de "desorden público" y "daños",
y de ser penalizados a pagar mil pesos de multa en una acción jurídica
sin garantías procesales ni derecho a establecer reclamación, los
seis arrestados fueron puestos en libertad por el primer sub-oficial Luis Cruz
Lena.
Pedro Pablo Pupo Abraham, Juan Antonio Rodríguez Betancourt, Alberto
Kuti Rodríguez, Jonathan Sainz Martínez, Alexis Ojeda Alarcón
y Gerardo Leal Díaz deben pagar mil pesos antes de 72 horas. Ellos
permanecieron encerrados en celdas de la Estación #2 de la Policía
Nacional Revolucionaria (PNR) en la Ciudad de Santiago de Cuba desde que fueron
detenidos hasta las 12 y 30 de la tarde del 22 de mayo.
Además de ser multados a 600 pesos por "desorden público"
y 400 por "daños", cada uno de los recién liberados debe
pagar 167.35 pesos a Onelia Sánchez Ramos, administradora de la Funeraria
Santiago que en el auto policial entregado a los opositores firma como
denunciante.
El hecho de una denunciante "civil" contra disidentes apresados
por la Seguridad del Estado (DSE) en medio de un conflicto de índole política
es la base sobre la que se sustenta la opinión de que se está
tratando de restarle connotación al impacto social causado por las
demostraciones de los opositores santiagueros en el funeral del preso de
conciencia Marcelo Diosdado Amelo Rodríguez, así como el repudio
de la población a los abusos de los agentes de la policía política
y de las paramilitares Brigadas de Respuesta Rápida.
Aspecto interesante es que -según declararon a la APLO- ninguno de
los seis liberados fue interrogado por agentes del DSE en la estación #2
de la PNR. El caso estuvo aparentemente a cargo del primer sub-oficial Luis Cruz
Lena, firmante del auto policial entregado a cada disidente y copia del cual
obra en poder de este reportero.
Por otra parte, Gilberto Castillo Manzano y Mario Rojas Licea, presidente y
vicepresidente del Club de Presos y Ex Presos Políticos "Gerardo
González", se ocultan de agentes del DSE que los buscan por toda la
ciudad para arrestarlos. Las viviendas de ambos opositores están
constante y fuertemente vigiladas por efectivos de ese cuerpo represivo del
Ministerio del Interior.
Dania Fornaris Porto, esposa de Castillo Manzano, reveló que éste
tiene un brazo y una pierna fracturadas a consecuencia de los golpes recibidos
durante los sucesos del funeral.
"No ha podido ir al hospital para atenderse porque teme que allí
lo apresen los agentes del DSE, los mismos que lo golpearon salvajemente el día
del entierro de Marcelo Diosdado Amelo Rodríguez", precisó la
señora Fornaris, quien agregó: "Pido a la opinión pública
y a las organizaciones que defienden los derechos humanos que intercedan por mi
esposo y por los demás opositores maltratados por los agentes de la policía
política cubana y sus paramilitares".
Respecto a otros disidentes que se creía estaban detenidos se supo
que, luego de ser capturados en la marcha hacia el cementerio de Santa Efigenia,
fueron liberados en zonas distantes del lugar del conflicto.
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