Entierro de
preso de conciencia se realiza bajo agresión de la policía
SANTIAGO DE CUBA, 21 de mayo (Luis Alberto Rivera, APLO) - Más de un
centenar de agentes de la Seguridad del Estado apoyados por cientos de
paramilitares agredieron hoy a dolientes y opositores que participaban en el
funeral del preso de conciencia Marcelo Diosdado Amelo Rodríguez, en la
Ciudad de Santiago de Cuba.
El entierro de Amelo Rodríguez "se realizó bajo la oleada
represiva más violenta de los últimos tiempos", dijo un
residente de esta ciudad que no quiso dar su nombre.
El cadáver del preso político se veló en su domicilio,
ubicada en Prolongación del Calvario 2 y medio y calle 3, reparto Veguita
de Galo, en esta ciudad. El entierro, que estaba previsto para las 11 de la mañana
en el cementerio de Santa Efigenia, se retrasó.
A esa hora ochenta opositores salieron de la casa y marcharon con las flores
y coronas en las manos. Detrás iba el carro fúnebre y sobre el ataúd
una bandera cubana.
Tres ómnibus fueron dispuestos para que las personas fueran al
cementerio pero, nadie los abordó, la gente se sumó a la marcha
iniciada por los disidentes.
Toda la zona estaba acordonada por agentes y oficiales del Departamento de
Seguridad del Estado (DSE) y de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Seis autos patrulleros (números 955, 979, 993, 970, 950 y 952) eran parte
del cerco.
Después que los de la marcha y el carro fúnebre recorrieron más
de cien metros, miembros del DSE pidieron a los opositores que dejaran pasar
delante al vehículo de la funeraria. Los disidentes se negaron y trataron
de sacar el ataúd para cargarlo sobre sus hombros. La policía política
lo impidió, por lo que los opositores comenzaron a gritar: "¡Saquemos
al muerto!", "¡Libertad!". El hecho tuvo lugar en Carretera
del Morro y calle 3.
Al oír las exclamaciones, agentes del DSE y de la PNR embistieron a
los disidentes, a quienes golpeaban y pateaban. Por su parte, pobladores
presentes en el lugar repudiaban la conducta de los militares con gritos de ¡abusadores!,
y muchos de ellos se lanzaron a la calle a proteger a los agredidos.
Al ver la reacción del pueblo, comenzaron los arrestos de opositores.
Se los llevaban en los autos patrulleros, que sonaban las sirenas para que le
abrieran paso y poder salir del sitio. Los vehículos policiales iban
llenos de detenidos.
Pos su parte, el conductor del carro fúnebre -al parecer presionado
por oficiales del DSE- salió disparado del lugar, por una vía que
no conducía al cementerio.
Los disidentes que no fueron arrestados abordaron los ómnibus y
salieron tras el cadáver. La gente salía de sus casas e iban
caminando por las calles que conducen hacia el cementerio.
Fue entonces que los agentes del DSE y de la PNR pidieron refuerzos. Las
paramilitares Brigadas de Respuesta Rápida hicieron su aparición.
Se sabe que fueron movilizados trabajadores del puerto santiaguero, de la
Aduana, de los ferrocarriles y de empresas estatales cercanas al cementerio.
Entre todos, cientos y cientos de efectivos, rodearon a los opositores que no
habían sido detenidos.
A los disidentes no les permitieron entrar a despedir el cadáver del
preso de conciencia Marcelo Diosdado Amelo Rodríguez. Sólo
familiares pudieron pasar al interior de Santa Efigenia.
Al cierre de esta información se desconoce el paradero, el número
y el estado físico de los arrestados.
Flores y coronas quedaron destruidas en la vía pública después
del ataque de los militares.
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