Bridón,
sindicalista y periodista, será juzgado próximamente
LA HABANA, 7 de mayo (Reinaldo Cosano Alén) - Se espera que en los próximos
días sea juzgado y condenado José Orlando González Bridón,
secretario general de la independiente Confederación de Trabajadores
Democráticos de Cuba (CTDC).
A González Bridón lo acusan de los presuntos delitos de "divulgación
de noticias falsas" y "propaganda enemiga". Está detenido
desde el 15 de diciembre del 2000 y lo mantienen encerrado en la cárcel
habanera Combinado del Este. Su expediente policial corresponde al número
115 del 2000 instruido por el Departamento de Seguridad del Estado (DSE).
En un parte de prensa de la CTDC, Bridón denunció al DSE como
responsable de la muerte -causada por su esposo- de Johana González, que
según el líder sindical pudo ser evitada de no haber sido "por
la indiferencia por parte de la Policía".
Esa valoración hecha por el secretario general de la CTDC sirve al
fiscal como pieza principal acusatoria. Pero con sólo leer los títulos
de otros despachos de prensa escritos por González Bridón resulta
fácil calibrar su condición de opositor al régimen de Fidel
Castro, entre ellos: El fracaso de un engendro; El hombre nuevo; Policía
intenta vivir del trabajo ajeno; Comparación del comunismo y el VIH; Mesa
redonda, pero cuadrada; Sindicalista independiente medita sobre la falta de
libertad; Realidad virtual; La traición viene de arriba; El peligro de la
obediencia...
El fiscal solicita siete años de cárcel para José
Orlando González Bridón.
María Esther Valdés Suárez, esposa del sindicalista
independiente, expresó: "Esos artículos de prensa y noticias
son viejos, pero los sacan a relucir ahora. Mi esposo piensa que si lo juzgan
por la denuncia de la muerte de Johana sostendrá que es verdad, que la
policía no tomó en cuenta las advertencias que le hicieron para
que actuara".
"Creemos que lo que más molestó al gobierno fue el
enterramiento simbólico -porque han muerto- del Código Penal, de
la Ley 88 o Ley Mordaza y de la Constitución Socialista de 1976,
efectuado el 23 de noviembre del 2000", dijo Valdés Suárez.
Fue un concurrido velorio en el que, de manera curiosa, no hubo dolientes ni
llantos.
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