Yahoo! junio 14, 2001.
La Habana, 14 Jun (Notimex).- El turismo al alza y la zafra azucarera a la
baja mantienen sus posiciones como los dos ejes claves de la balanza en la
economía de Cuba que, según el gobierno, mantuvo un "buen
comportamiento" en el primer semestre del 2001.
Sin embargo, los planificadores oficiales cautos al entregar cifras públicas
sobre cómo marcha la economía cubana que entra en su sexto año
de gradual recuperación de la crisis en que la hundió el colapso
del otrora globalizado sistema comunista.
El vicepresidente Carlos Lage, quien de administrador de la crisis pasó
a centinela de la reactivación, confirmó en fecha reciente que la
buena conducta de la economía se produjo pese al alza en los precios del
petróleo y la caída de la cosecha azucarera.
"El cumplimiento es positivo", dijo el funcionario a reporteros en
la provincia central de Villa Clara al informar los incrementos en producciones
industriales y agrícolas, pero sin precisar cuánto aumentó
el Producto Interno Bruto (PIB).
Lage, secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, dijo que Cuba invirtió
"gran cantidad de dinero" en la compra de combustibles pero destacó
la buena marcha del turismo que ha desplazado a la industria azucarera como
principal fuente de ingresos en divisas.
Analistas estimaron que esta valoración contrastó con la
emitida la semana anterior por el viceministro de Economía y Planificación,
Alfonso Casanova, quien aseveró que el crecimiento económico será
inferior al cinco por ciento programado para este año.
Al omitir precisiones sobre cuánto creció el PIB y previsiones
para finales del año, Lage reflejó un prudente optimismo, con
reportes ajustados a la coyuntura para un país que se reinserta en la
economía mundial bajo la sombra del embargo económico
estadunidense.
"Pensamos que el cinco por ciento planificado no se alcance totalmente",
debido al incremento de los precios internacionales del petróleo, entre
otros factores financieros externos, había dicho Casanova a empresarios
de Estados Unidos reunidos en La Habana.
El presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón, dijo en
Basilea, Suiza, que la economía tiene previsto crecer alrededor de un
cinco por ciento en el 2001 y en el 2002, como estableció el Parlamento
en su sesión de diciembre del año pasado.
Soberón aclaró que este porcentaje se logrará en la
medida en que se mantengan fuertes el turismo (que creció 18 por ciento
promedio en la última década) y las exportaciones de níquel,
principales fuentes de ingreso de la isla mayor de Las Antillas.
La economía de Cuba, que cayó un 35 por ciento de 1989 a 1993,
ha crecido a un promedio anual de 4.5 por ciento desde 1995, dos años
después de implantadas un conjunto de reformas con algunos mecanismos de
mercado y un plan de ajuste.
En el 2000, el crecimiento del PIB alcanzó 6.2 por ciento, pero la
subida del precio del petróleo del año pasado restó energía
a la economía, cuya reactivación significativo del nivel de vida
de la población.
Continúa como una incógnita la cantidad que produjo este año
la industria azucarera, de la que dependen unos 500 mil trabajadores y sus
familias, además de otros sectores productivos del país, entre
ellos una emergente industria de derivados.
A pesar de estar ya casi a mediados de junio, el gobierno cubano ha omitido
divulgar las cifras de la última cosecha, que previo sería de 3.7
millones de toneladas de azúcar y que debió concluir en abril-mayo
pasado.
Expertos consideran que la producción 2000-2001 podría estar
entre los 3.3 y 3.5 millones de toneladas del endulzante en un año en que
coincidieron sequía, por la cantidad de materia prima y frecuentes
paralizaciones fabriles.
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