Liberan al tercer preso de conciencia del Movimiento Opción Alternativa
MATANZAS, 8 de agosto (Tomás Fernández Tier, Movimiento por la Democracia "Pedro Luis Boitel") - En la tarde de ayer 7 de agosto fue puesto en libertad el preso de conciencia Angel Moya Acosta, coordinador del Movimiento Opción Alternativa, quien fue encerrado por
el Departamento de la Seguridad del Estado (DSE) desde el 15 de diciembre del 99 junto a los hermanos Guido y Ariel Sigler Amaya (liberados el 9 de julio y el 5 de agosto, respectivamente).
Tras su arresto y luego de estar confinado en los calabozos de la sede del DSE en la ciudad de Matanzas y del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) de la policía criminal en La Habana, Angel Moya Acosta fue trasladado para la prisión de Agüica, provincia de
Matanzas, una cárcel que está situada a 9 kilómetros del pueblo de Colón.
A Moya, como a los hermanos Sigler, la policía política les acusaba de desorden público e incitación a delinquir, pero la verdadera causa del arresto de estos tres disidentes es que el Movimiento Opción Alternativa es una agrupación partidaria de la
desobediencia civil como método de obtener cambios políticos y sociales, método demostrado prácticamente por Martin Luther King Jr. y Mahatma Ghandi.
Una vez en la cárcel de Agüica, Moya fue aislado en un calabozo de castigo, donde permaneció confinado hasta su liberación. Esa área del penal es conocida como "la sección de seguridad".
"Agüica es una prisión de dos edificios, cada uno de los cuales tiene seis destacamentos y una sección de seguridad", describió Moya.
El ex preso de conciencia sigue explicando: "En los cubículos existentes en esos destacamentos conviven entre 30 y 35 reclusos en cada uno; allí sobreviven en condiciones de hacinamiento. Esos inmuebles tienen aproximadamente 7 metros de ancho por 8 de largo. En cada cubículo
solamente hay dos letrinas y un pequeño lavadero que generalmente no funciona".
Moya continúa revelando detalles sobre el interior penal de Agüica: "Todos los presos en esa cárcel disponen de cama, pero los colchones son confeccionados a base de sacos de nylon de los usados para envasar el azúcar a granel, a los que rellenan con pedazos de
tela o cualquier otra materia desechable".
Respecto al agua que se le suministra a los prisioneros Moya expresó: "El agua la ponen a las 7 de la mañana y a las 8 de la noche. En cada ocasión no excede de 15 ó 20 minutos".
"Dentro del penal hay un pequeño puesto médico y aunque no estuve allí pude conocer por el testimonio de otros confinados que existen algunas camas para ingresar enfermos, pero no cuentan con los medicamentos ni el equipo necesario", dijo Moya.
"En el tiempo que yo estuve allí, el médico pasa semanalmente por los destacamentos preguntándole a cada preso qué tipo de problema de salud presenta, él toma nota y te da un tratamiento. Si alguien tiene alguna enfermedad se lo hace saber al funcionario
de orden interior (FOI) y éste a su vez llama por un radio portátil al oficial de guardia, que coordina con el galeno si llevan al preso enfermo al puesto médico o si el profesional le lleva la medicina al destacamento. Ellos determinan la variante a usar".
En sentido general, Moya calificó de regular la atención médica que se le brinda a los confinados en Agüica, y aclara: "Me refiero a la zona de seguridad donde estuve yo; desconozco lo que sucede en el resto del penal".
Angel Moya Acosta permaneció aislado desde el 2 de febrero hasta ayer día 7 a las tres de la tarde que lo condujeron a las oficinas de Agüica. Fue puesto en libertad a las seis de la tarde.
Al respecto, Moya revela: "Vino un oficial de la Seguridad del Estado, un primer Teniente, me enseñó unos documentos para firmar. Por supuesto yo los leí. El escrito decía que la Fiscalía Provincial decretaba mi libertad inmediata".
A diferencia de la carta de libertad que el pasado día 5 le entregaron a Ariel Sigler Amaya cuando fue excarcelado, en la de Moya se puede leer: "Libertad Inmediata". La de Sigler, no obstante ser el mismo caso, expresa: "Cambio de medida cautelar". Pero a ninguno de
estos tres disidentes del poblado Pedro Betancourt ni el DSE ni el Ministerio del Interior les podrá devolver los casi ocho meses de vida que estuvieron encerrados sin cometer ningún delito.
Sin embargo, el encierro arbitrario no logró reducir la voluntad democrática ni el ansia de justicia de estos tres disidentes.
"En 100 y Aldabó (DTI de La Habana) discutí varias veces con los oficiales de la Seguridad del Estado. Les dije que nosotros no incurrimos en ningún delito, les dije que simplemente nosotros convocamos a un acto pacífico por el 51 aniversario de la proclamación
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que los que cometieron el desorden público en Pedro Betancourt ese día fueron los miembros del Buró Municipal del Partido Comunista de Cuba (PCC) que fueron quienes organizaron a las Brigadas de Respuesta Rápida
(grupos paramilitares al servicio del Ministerio del Interior) para que amparadas y protegidas por el Departamento de Seguridad del Estado nos agrediera. Les dije más, les dije que ésos eran los delincuentes que tenían que estar encerrados, no nosotros, que lo único que
hicimos fue actuar pacíficamente".
Y prosigue Moya recordando: "El día 10 de diciembre cinco funcionarios del PCC, entre ellos el primer secretario del municipio Pedro Betancourt y el presidente del Poder Popular en ese momento, golpearon salvajemente a dos integrantes de nuestra agrupación y a otro del
Movimiento por la Democracia 'Pedro Luis Boitel'. A éste último le lesionaron una costilla, y yo le dije claramente a los oficiales de la policía política que a quienes tenían que arrestar era a esos sujetos. Sin embargo, gozaron y gozan de total impunidad, puesto
que se pasean por las calles de Pedro Betancourt con el total amparo de las leyes. Yo le dije a uno de esos oficiales del DSE, cuando me iban a tomar un acta de declaración, que reflejara en ella los actos terroristas protagonizados por esos cinco funcionarios del PCC. Entonces, se negó
a tomarme la declaración".
Angel Moya Acosta opina respecto al presente: "Para el Movimiento Opción Alternativa no hay otra alternativa que continuar adelante hasta tanto el gobierno de Cuba no garantice un régimen de libertades y de respeto a los derechos humanos del pueblo, hasta tanto no sean
liberados todos los presos políticos y de conciencia, hasta tanto no se garantice la libertad de expresión, libertad de asociación, libertad de manifestación y libertad de prensa al pueblo cubano nosotros vamos a continuar en esa dirección amparados en nuestro
derecho reconocido por la Declaración Universal y otros documentos de derecho internacional".
Y agregó enfáticamente: "Vamos a continuar nuestra línea: somos partidarios de la desobediencia civil porque entendemos y estamos convencidos que las leyes que hoy rigen la vida política, social y económica del país son leyes injustas, por tanto es
un derecho nuestro, un derecho universalmente reconocido y un derecho que se practica en todo el mundo democrático, no obedecer semejantes leyes injustas".
"No queremos violencia, no practicamos la violencia, no queremos anarquía, pero sí somos partidarios de la desobediencia civil como método pacífico para obligar al gobierno a reconocer nuestros derechos y libertades fundamentales", subrayó el ex preso
de conciencia.
"Quiero agregar que nos sentimos moralmente fortalecidos por la militancia del exilio cubano con sus organizaciones, por la preocupación de las organizaciones dentro y fuera del país en cuanto a nuestro caso, por la cobertura de la prensa independiente e internacional durante
todo este tiempo que hemos estado padeciendo en las cárceles del gobierno de Cuba", concluyó Angel Moya Acosta.
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