“Sancocho para puercos”: la comida que reciben estudiantes de deportes en Camagüey

“Con hambre y sin la atención integral a los atletas no habrá buen futuro deportivo en Cuba”, dijo a CubaNet un estudiante de la EIDE camagüeyana
Menú para los estudiantes de la EIDE "Cerro Pelado" este miércoles
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CAMAGÜEY, Cuba. – Estudiantes de la Escuela de Iniciación Deportiva “Cerro Pelado” (EIDE), de Camagüey, denunciaron la mala calidad de la alimentación que reciben en este centro educativo.

Varios alumnos, que prefirieron mantener el anonimato por miedo a represalias, comentaron a CubaNet que desde el inicio del curso escolar lo que les dan de comida es un “sancocho para puercos”.

“Un poco de agua de sopa sin sabor, un cucharón de arroz sucio y pescado ripiado sin aliño fue lo que tocó hoy [miércoles 18 de octubre] de almuerzo, para luego tener que entrenar la tarde entera al sol”, se quejó uno de los estudiantes. 

“Este menú nada más varía en el plato fuerte: pescado con mal olor o una mortadela, lo mismo en el horario del almuerzo o en la noche. De proteínas necesarias para nuestro metabolismo, cero”, añadió. 

Asimismo, los deportistas mencionaron que es muy poca la comida y mal elaborada. “Una miseria, nos quedamos con hambre: en el desayuno un huevo hervido, y en la merienda por la tarde un vaso de refresco de membrillo sin azúcar y caliente. La cena la suspendieron”. 

EIDE "Cerro Pelado"

A esta difícil situación hay que sumarle que los atletas de otros municipios son los que permanecen becados y, debido a la situación del transporte, la lejanía y los pocos recursos económicos, no pueden viajar todos los días hasta sus casas ni tienen la posibilidad de que alguien les lleve alimentos preparados.

Sin embargo, los estudiantes alegan que cuando al centro viene una inspección nacional o una visita, el panorama cambia por completo. “Ese día no hay queja sobre las ofertas en el comedor: pollo, congrí, ensalada, helado, yogur. El desayuno, la merienda… y hasta cena hay. En la puerta del comedor ponen a un hombre con una libreta para que uno diga si le gustó la comida”. 

“No todos tenemos la posibilidad de gastar en una jornada de clases y entrenamiento 100 pesos en una merienda o 160 pesos en un maní molido para ingresar a nuestro cuerpo las calorías suficientes; algunos nos desmayamos”, expresó otro de los alumnos entrevistados.

“Si van a cerrar la escuela, que la cierren, pero con hambre y sin la atención integral a los atletas no habrá buen futuro deportivo en Cuba”, culminó. 

Según una nota publicada por el periódico oficial Adelante en agosto de 2023, la directora provincial de Educación de ese entonces en el territorio, Mercedes Escuredo Olazábal, expresó pocos días antes del inicio del actual curso escolar: “Hemos tenido un gran apoyo por parte de todas las entidades, que nos han respaldado para buscar alternativas y soluciones a las dificultades identificadas para comenzar el curso con una escuela decente y decorosa para preparar a los hombres del mañana”.

En la actualidad, la realidad es otra. Las escuelas no son tan “decentes” ni “decorosas”. Las denuncias de familiares y estudiantes ante la escasez de materiales docentes, las malas condiciones de las aulas, el déficit de maestros y la pésima alimentación inundan las redes sociales.

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