MIAMI, Estados Unidos. – El grupo opositor Damas de Blanco cumple 20 años en 2023, marcando dos décadas de lucha por los derechos humanos y la liberación de los presos políticos. El movimiento, que surgió tras la Primavera Negra, se ha distinguido por la valentía, resistencia y sacrificio de sus integrantes.
En entrevista con CubaNet, María Elena Alpízar Ariosa, la periodista que dio nombre al grupo, resalta el linaje patriótico de las Damas de Blanco. “Estas mujeres tienen la ascendencia patriótica de una Lucía Iñíguez, madre de Calixto García; de una María Cabrales, esposa de Antonia Maceo; de una Amalia Simoni, esposa de Ignacio Agramonte; de una Ana Betancourt, de una Adela Azcuy… Existieron muchas mambisas, esposas y madres que dieron todo por la libertad de nuestra Patria, y en eso me inspiré [para nombrar al grupo]”, dijo.
Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, recuerda los comienzos del movimiento: “El 30 de marzo de 2003 por primera vez fuimos a la Iglesia de Santa Rita. No éramos Damas de Blanco todavía, no teníamos este nombre, pero estábamos vestidas de blanco”.
Soler recuerda los años de lucha y sacrificio: “Son 20 años muy difíciles, de mucho sacrificio, mucha persistencia, resistencia y mucho dolor”. Asimismo, enfatiza que la represión y violencia del régimen cubano no ha cesado, y que las Damas de Blanco han sido víctimas de numerosos métodos represivos.
“El Departamento de la Seguridad del Estado arremete contra las mujeres, arremete contra nuestros familiares, contra nuestros hijos, nuestros hermanos” lamentó Soler. “Hemos estado sufriendo el encarcelamiento de nuestros seres queridos por años”, agregó.
No obstante, Soler resalta que el movimiento ha resistido y perseverado: “Con nuestra resistencia y perseverancia hemos seguido la lucha por la libertad ya no solo de los 74 hombres y una mujer [encarcelados durante la Primavera Negra, en 2003], sino por la libertad y el derecho a nuestro movimiento, el derecho a la expresión, el derecho a protestar en las calles por la libertad del pueblo de Cuba”.
María Cristina Labrada, una dama de blanco residente en la Isla, añade que el acoso y la represión continúan contra las integrantes del grupo y sus familiares. “La Seguridad del Estado y la Policía arremeten contra nuestras viviendas, nuestros hijos, nuestros familiares muchos han tenido que salir huyendo de la Isla, como mi hijo, que nunca pensó irse de Cuba, y tuvo que dejar el país por el acoso de la Seguridad del Estado desde que tenía 17 años”.
A lo largo de estas dos décadas, las Damas de Blanco han enfrentado innumerables desafíos, pero su compromiso con los derechos humanos y la libertad en Cuba se mantiene inquebrantable, aseguran.