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Noviembre 23, 1999 Agricultura en transición Mario J. Viera, Agencia Cuba-Voz
LA HABANA, noviembre - "Yo no soy político", advirtió a la agencia Cuba-Voz y a la Cooperativa de Periodistas Independientes el campesino habanero Secundino Lugo Sosa, de 58 años de edad. Entrevistado por ambas agencias del periodismo independiente, Lugo se refirió a los motivos que le impulsaron a declararse campesino independiente de las estructuras que gobiernan al agro cubano. Lugo informó que la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), organización controlada por la dirección del Partido Comunista, le reclamaba el pago de una cuota de pertenencia que él consideró como una extorsión. Al quejarse ante las exigencias del organismo paragubernamental, fue amenazado con que sería expulsado de la cooperativa de crédito y servicios a la cual tiene vinculada su propiedad rural. "Ellos no me tenían que botar", dijo. "Que yo desde ese momento era campesino independiente". De acuerdo con Lugo, la ANAP exige un impuesto de 72 pesos por la tenencia de la tierra, lo cual no es nada absurdo, dijo, pues el impuesto sobre la propiedad agraria siempre existió, "pero ahora están cobrando las MTT. Hay que pagar por cada uno de los cultivos que posea el campesino hasta un 2% sobre esas producciones". "Eso no da", expresó con esa llaneza que caracteriza el habla del hombre de campo. "Entonces, prácticamente es obligado. Por eso, cuando me dijeron que si yo no pagaba me botarían de la ANAP, yo les dije: 'No, ustedes no me botan, pues yo desde este momento me declaro campesino independiente'". Hasta el 18 de noviembre, fecha en la que este campesino rompe sus vínculos con la oficialista ANAP, estaba integrado dentro de una de las obligatorias cooperativas de crédito y servicios, la "Antonio Briones Montoto", ubicada en la localidad conocida como Mirador del Diezmero, en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón. "En esta cooperativa ya no hay campesinos, muy pocos, pues ellos (los funcionarios estatales) han puesto a todos los parceleros como campesinos para contrarrestarnos a nosotros", indicó en respuesta a una pregunta formulada por Cuba-Voz. Lugo opinó que los parceleros, es decir, personas a las que el ministerio de la Agricultura les ha otorgado diminutas parcelas en usufructo como arrendatarios del estado, pueden pagar las cuotas exigidas por la ANAP, ya que cuentan con quioscos y tarimas de venta autorizadas, en tanto que los verdaderos hombres de campo no pueden hacerlo. Una vez tomada su decisión, Secundino Lugo se ha propuesto fundar una cooperativa agrícola independiente, contando para ello con la simpatía de algunos agricultores cercanos. La fecha de fundación de la nueva cooperativa y el nombre con el cual será conocida, por el momento se quiere guardar en reserva. "Más adelante", dijo escuetamente al respecto, "podré informar si se van a unir otros campesinos". Hasta el momento no ha habido reacción por parte de la ANAP o del Partido Comunista en el municipio. "Yo estoy esperando ya", señala Lugo, "que de un momento a otro me caigan aquí". La ANAP, según el campesino Secundino Lugo, hace muchas exigencias productivas, "pero no dan nada". Esta cooperativa de crédito y servicios es sólo de nombre, según expresión de Lugo, pues los campesinos que la conforman están muy dispersos: "Nos tienen a nosotros como parabán, porque todo es un negocio para la cooperativa, pues todo el que tenga un puesto de vianda, un puesto de carne, por todo eso se tiene que pagar a la cooperativa un tanto por ciento". La ganancia es para la CCS y no se reinvierte entre los cooperativistas. Sobre los créditos que concede la CCS, el campesino, señala Lugo, tiene que pagar un 8% de interés. Fertilizantes, pesticidas y otros insumos sólo se les entregan a los cooperativistas "cuando vienen, pero nunca vienen". Lugo denuncia que la semilla se le suministra cuando ya la estación de siembra pasó de su tiempo recomendable. "La agricultura puede resolver (la alimentación de la población)", razonó el campesino rebelde, "pero, ¿cómo puede resolver la agricultura? Cuando le presten ayuda al campesino, que no se la dan. No nos dan tractores, no nos dan equipos, si nos roban un buey tenemos que pagar 1,500 pesos de multa, y perdemos el buey. Ya los campesinos prácticamente no quieren tener reses. Y la cooperativa ni nos paga la multa ni nos da dinero para comprar un buey". ¿Ha sido influido Secundino Lugo Sosa por los grupos políticos que en Cuba se oponen al régimen de Castro? Lugo es padre de una conocida disidente que dirige el Partido Democrático 30 de Noviembre "Frank Pais", Maritza Lugo. "Nadie ha influido en mí para tomar esta decisión", declaró. "Si acaso, fueron ellos, en la ANAP. Porque cuando ellos me dijeron en la cooperativa que tenía que irme, y yo dije que eso para mí no era una cooperativa, que era una cooperativa para el lucro, porque lo que quieren es negocios a costilla de nosotros, los verdaderos campesinos", y aseguró que no se trataba de una decisión política, sino de campesino. Secundino Lugo es otro productor privado que se decide a romper con la centralización estatal, y se une al incipiente movimiento de independencia campesina, que tuvo sus primeras manifestaciones en las provincias orientales, y que lentamente se ha ido extendiendo hacia el oeste, hasta provincias como Matanzas y Pinar del Río. Preocupadas, las altas esferas del gobierno impidieron la realización de un anunciado encuentro de campesinos independientes, que debía celebrarse el 12 de noviembre en Perico, al este de la cabecera provincial de Matanzas. El 7 de noviembre la policía arrestó al campesino Antonio Alonso, uno de los principales impulsores del movimiento agrario autónomo, cuando éste se disponía a participar en el encuentro de Perico. Alonso había presentado a las autoridades un proyecto de ganadería popular, por el cual se proponía abastecer gratuitamente de leche a más de 400 niños y ancianos residentes en la zona donde se encuentra enclavada la cooperativa independiente Transición. Sin embargo, una sospechosa acusación de hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor impuesta contra el líder agrario, le ha llevado tras las rejas de la prisión de El Manguito, de la provincia de Santiago de Cuba. De acuerdo con fuentes de la zona, los lugareños no tienen conocimiento de que en los alrededores se haya producido ningún acto de cuatrerismo. Los tribunales son por lo general muy severos con los casos de pretendidos hurtos y sacrificios ilegales de ganado mayor, y mucho más después de promulgada la Ley 87, que agrava las sanciones previstas por el Código Penal. Una nueva concepción dentro de las relaciones de propiedad rural comienza a abrirse paso en el agro cubano. Los campesinos, que fueron la clase social que más aportó a la lucha guerrillera de las montañas durante los 50, comienzan a reinterpretar su papel dentro de la sociedad, y se deciden a impulsar lo que parece será un proceso de transición hacia una agricultura de campesinos libres, competitiva, y que sin alardes y declaraciones políticas, garantice realmente una de las metas que con la Reforma Agraria se pretendían alcanzar: "Facilitar el surgimiento y extensión de nuevos cultivos, que provean a la industria nacional de materias primas y que satisfagan las necesidades del consumo alimenticio..." (Tercer Porcuanto de la Ley de Reforma Agraria del 17 de mayo de 1959). CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente. | |||||
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