I CONTACTO I ¿QUIÉNES SOMOS? I NOTICIAS POR E-MAIL
 
 
________________________________________________

Los blues del muro

Luis Cino

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Tengo un amigo camagüeyano que vive desde hace veinte años en el norte de Francia al que no conozco personalmente. Ni falta que hace. La noche del  9 de noviembre, en una taberna alemana brindamos juntos por la caída del Muro de Berlín, hace dos décadas. 

En un mensaje electrónico me cuenta Luis Torné Aguililla (un tipo que ama a Cuba y piensa y habla bien claro, aunque para ello tenga que pinchar como las púas del marabú), que terminó los festejos por la caída del muro en una taberna alemana donde una banda tocaba los blues de Leadbelly y Robert Johnson tan bien que se acordó enseguida de mí. 


Así, bastó con que un amigo me  recordara  para que me pudiera dar el gustazo de estar en La Habana, donde arrecian el hambre, la desolación y la represión contra los disidentes, y a la vez en Berlín, con los amantes de la libertad, y para colmo, de las satisfacciones, con una banda sonora de blues. Aún siento el sabor de la cerveza alemana, recuerdo todo lo que hablamos de Cuba y el momento en que los músicos rompieron a tocar (one, two, three, four) Crossroads. 

No tiene importancia alguna que este 9 de noviembre los medios oficiales cubanos no hablaran de los  20 años de la caída del muro de la ignominia, sino, entre otras tonterías, del aniversario 72 de la Revolución Bolchevique, que  celebraron en Rusia, con retratos de Stalin y trapos rojos, sólo una pandilla de nostálgicos desahuciados. 

Tampoco hablaban mucho del tema (apenas las inevitables manipulaciones orientadas por el Partido Comunista) en 1989 y 1990, cuando los gobiernos satélites del bloque soviético caían con estrépito, como las fichas del dominó. Por entonces, los cubanos, ajenos a las pesadillas que nos esperaban, leíamos con asombro las revistas Sputnik y Novedades de Moscú, nos hacíamos ilusiones con la Perestroika y escuchábamos a toda hora a Juan Luis Guerra pedir imposibles: convertirse en un pez y que lloviera café en el campo.

A pesar de esa larga maña del régimen de tupirnos, y de nuestra incapacidad para adivinar qué se trae entre manos y en qué punto exacto estamos, quiero ser optimista y creer que lo que se nos viene encima, ahora sí, es nada menos que la libertad. No importa la oscuridad actual. De nada valdrá la cerrazón. A fin de cuentas, de un modo u otro, no puede haber otro final para tan larga y aburrida película. Mensajes como el de mi entrañable tocayo desde el frío norte de la Galia, cervezas, marabú y blues incluidos, refuerzan la esperanza.

luicino2004@yahoo.com  

 

Escriba una palabra clave o el tema
que desee buscar en las noticias o artículos publicados en Cubanet en español, inglés o francés
desde 1994 hasta 2009
 

___
 
___
 
___
 
http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html ___
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.