Dímelo cantando

Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) -La población cubana está sumida en la desesperanza. Todo está marcado por lo material. Se vive al borde de la precariedad. Lo poco que se obtiene sirve para el día a día. Es una quimera pensar en el futuro que, para la mayoría, es incierto. 

El Estado, que estableció equivocadamente códigos igualitarios de dependencia total, después de 50 años, prácticamente no existe. Está atrapado en la contradicción entre su discurso y la realidad que se contrapone a su estructura.   

La crisis es tal que cada cual hace lo que mejor le convenga. Esto ha provocado una especie de complicidad colectiva donde lo moral y judicialmente punible, no es un elemento de contención. 

Se opta por ser sordo, mudo y ciego, y dejar que la vida siga su curso. Lo que haga el de al lado no importa. Ante los desajustes que aquejan a la nación, a los que nadie escapa, está cobrando fuerza otra forma de denunciar la realidad. Se recurre a las canciones que abordan los momentos que se viven. Sus letras y estribillos, salpicados del típico choteo cubano, cuentan los desengaños a que estamos sometidos los cubanos.  

La canción “No te hagas” se inspiró en algunas mujeres que piden prestados zapatos, ropa,  perfumes, carteras para salir a la caza de turistas extranjeros. Cuando se encuentran con una conocida, se venden como jineteras (prostitutas) profesionales y exitosas. El patético estribillo de la canción las descubre: “No te hagas la del celular, / yo sé que estás en candela, / tienes una muda de ropa / y te haces la jinetera”. 

Los cubanos pasan las de Caín cuando para todo; cuando van a comprar  a la bodega, cogen una guagua o entran en una tienda recaudadora de divisas. No tienen las dos pesetas para echar a la alcancía del ómnibus, el bodeguero se hace el chivo loco y dice que no hay cambio para quedarse con el vuelto, o la empleada de la tienda, con su cara dura, vocifera que no hay jaba ni menudo. Ante esta realidad que no es ajena a ningún cubano, la gente corea: “El dinero está en candela, / es una crisis mundial. / Conmigo no, con la ganga, / cuídate del General”. 

Hay una especie de pánico generalizado porque, si bien no hay nada oficial, el rumor de que quitarán la libreta de racionamiento es la comidilla de todos. El rumor ya se concretó con los chícharos y las papas, que desde el 1de noviembre se venden por la libre. La población más vulnerable es la de la tercera edad.

Para los bodegueros, si quitan o dejan la libreta, no es problema. Continuarán haciendo de las suyas, inventando para robar a los consumidores. Ya se tararea en las esquinas la nueva canción Las cosas de un bodeguero.

“Saca lo tuyo a tiempo / porque mañana se vence. / No lleves chismes a la zona / que me lo dice la gente. / Mídeme bien el aceite / que al anterior le faltó, / Veme buscando mi dieta, / no digas que se venció”.