¡Viva la colonia!

Rafael Ferro Salas

PINAR DEL RÍO, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Los líderes populistas de América Latina no se cansan de culpar a “los poderosos” de todas nuestras miserias. Las culpas nunca caen al suelo y, aunque ya han pasado casi dos siglos desde que desapareciera casi por completo, aun maldicen al colonialismo y lo culpan de todos los problemas que padecemos los latinoamericanos en la actualidad. La realidad indica algo diferente y es que cada país de América Latina que rompió con su metrópoli, entró en la pobreza y el caos.

Los conquistadores nos cambiaron el taparrabos por la levita, eso ya fue un adelanto, seamos agradecidos. En tiempos de la colonia Cuba floreció. Llegaron los libertadores y la guerra, que nos trajo la independencia, nos dejó en bancarrota. Los vecinos del norte nos tiraron el cabo, logramos sobrevivir y comenzamos a prosperar de nuevo bajo su tutela.

Durante la etapa republicana hubo altas y bajas, pero la culpa de nuestros problemas era de nosotros mismos, no sabíamos gobernarnos y los norteamericanos a cada rato venían a ayudarnos. Gracias a ellos estábamos en punta, en comparación con otras naciones de América Latina e incluso con algunas de Europa. Pero, como “la felicidad dura poco en casa del pobre”, llegó 1959 y de nuevo, con la “libertad”, nos llegó la miseria.

Fueron cubanos los que nos impusieron el socialismo. Hace más de cincuenta años que tenemos libertad (dicen), pero no tenemos comida. A estas alturas y gracias a las bondades del socialismo, nos hemos olvidado hasta de fabricar azúcar.

En América Latina, con socialismo o sin él, hay miseria, a pesar que desde hace rato no existen colonias, ¿A qué se debe entonces tanta hambre repartida? En mi opinión, la respuesta es fácil: somos muy corruptos y poco laboriosos.

Haití fue la primera nación de América en liberarse del colonialismo y en la actualidad los haitianos viven de la ayuda humanitaria. No producen, no generan. Si aún fuera una colonia francesa, Haití sería otra cosa y los haitianos vivirían muchísimo mejor.

En Cuba, antes de 1959, todo estaba en manos de sus dueños, algunos de ellos norteamericanos. Después del “triunfo de enero” los barbudos se adueñaron de todo, en nombre del pueblo, y luego no supieron qué hacer con lo robado. En la actualidad en Cuba no se fabrica ni un cortaúñas.

Puerto Rico es un estado libre asociado de Estados Unidos. Sólo una insignificante minoría de los boricuas (menos del 5%) quiere  la independencia del país, y no es por gusto; la diferencia entre la estabilidad y el nivel de vida de esa nación y el resto de América Latina, es palpable.

No hay un solo cubano anciano que no diga que antes del 59 vivió mejor que ahora. Lo dicen en voz baja, temerosos, y siguen añorando aquellos tiempos en que, como dicen los comunistas, “dependíamos de los Estados Unidos”.

De no haber llegado nunca los colonizadores españoles quizás estuviéramos aún con taparrabos y cazando con arcos y flechas. Pero, si pronto no regresa alguien a colonizarnos, todo parece indicar que muy pronto volveremos a las cavernas.