Otro “concierto por la paz”

Gustavo E. Pardo

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – El pasado 6 de noviembre, la bloguera Yoani Sánchez fue golpeada y ultrajada por agentes de la policía política, mientras, junto a otros blogueros, se encaminaba a realizar una caminata pacífica por una céntrica calle del Vedado. 

En el año 2007 Yoani creó el blog Generación Y, con el propósito de  echar afuera la pesada carga con la que había vivido hasta ese momento. A la vuelta de unos meses, el blog se convirtió en uno de los más conocidos del mundo, y en mayo de 2008, Yoani fue galardonada con el premio Ortega y Gasset al periodismo digital, que patrocina el periódico madrileño El País.

A partir de ese momento, el gobierno cubano no ha dejado de echar encima la fuerza de su poder contra la joven y los blogueros, tratando de imponer una mordaza, primero al portal Desde Cuba, y actualmente a Voces cubanas, para impedir que los cibernautas puedan acceder a ellos. La inauguración de Academia Blogger de Cuba, con sede en la residencia del matrimonio Yoani Sánchez-Reinaldo Escobar, fue otra iniciativa que, sin dudas, molestó a los gobernantes.

El 6 de noviembre, Yoani recibió en su teléfono móvil (al igual que otros ciudadanos), el anuncio de que se iba a realizar una marcha por la paz y la no violencia, que partiría a las cinco y treinta de la tarde de la intersección de las calles G y 23, en el Vedado. Al dirigirse al lugar, Yoani, Claudia Cadelo, Orlando Luis Pardo y su esposa, fueron interceptados por personas no identificadas, a la altura de las calles G y 29, e introducidos por la fuerza, los dos primeros, en un carro con chapa particular; y las otras dos personas en un auto patrullero.

En el interior del auto, Yoani y Pardo recibieron una golpiza, y luego  fueron abandonados en las inmediaciones de la barriada La Timba, a un costado de la Plaza de la Revolución, precisamente a pocos metros de donde se realizó el pasado 20 de septiembre el Concierto por la Paz, promocionado por Juanes.

Aun cumpliendo órdenes, los autores de estos hechos han prestado otro servicio negativo a la imagen que pretende proyectar el gobierno, que aspira a ser visto como pragmático, dispuesto a negociar y a propiciar aperturas.