I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I ¿QUIÉNES SOMOS? I NOTICIAS POR E-MAIL
27 de febrero de 2009
IMPRIMIR

Nada de sentimientos de culpa

Laritza Diversent Cambara 

LA HABANA, Cuba, febrero, (www.cubanet.org) -La periodista argentina Ana Maria Radaelli, residente en Cuba desde 1969, se indignó porque los chicos cubanos de la enseñanza secundaria han dicho que están hastiados de la merienda escolar. Así lo hizo saber en un artículo publicado en el Diario Granma bajo el título “Temblando de ira… y de vergüenza”.  

Se enteró por el noticiero nacional de la televisión, que los adolescentes cubanos están cansados de comer siempre jamón y mortadela. Estaba indignada porque los niños cubanos se quejan mientras que, según dice, en la Argentina los pibes banderas, niños de entre ocho y diez años, son utilizados como postes humanos para marcar el límite exacto que debe ser fumigado en los campos de soja. En otras palabras, llamo a los adolescentes cubanos malagradecidos. 

Me parece que escogió el lugar equivocado para crear sentimientos de culpa. Los adolescentes cubanos no tienen porque sentir remordimientos por las desdichas de otros. Ellos respondieron con sinceridad a lo que le preguntaron. ¿Por qué tendrían que pestañar o sentir rubor por decir lo que piensan?  

Tal vez su reacción hubiese sido otra si esos niños dijeran que pasan hambre, porque esa merienda no los sostiene una jornada de ocho horas de estudios. Quizás a la periodista le gustaría almorzar lo mismo cinco veces en la semana, por 10 meses seguidos. Detalles que no se incluyeron en el reportaje noticioso televisivo.

No soy nutricionista para cuestionar las propiedades nutritivas de la merienda escolar. Pero no me parece la alimentación mas adecuada para un adolescente en pleno desarrollo. Yo me preocuparía por la surte de los obesos; aunque pienso que una merienda al día no da para engordar. 

Los pibes bandera no necesitan la lástima de otros niños. Necesitan que alguien luche por sus derechos a una infancia. Los periodistas de su país deben denunciar a la opinión pública las arbitrariedades que con ellos se cometen. Pero allí, donde están sufriendo, en Argentina. País que Ana Maria Radaelli abandonó hace 40 años un día aciago, para vivir “en una isla de amor capaz de curarle las heridas al más desdichado”. Principalmente si ese desdichado es extranjero.

Debió quizás la señora Radaelli aprovechar la reciente visita de la presidenta argentina a Cuba, para restregarle en su cara el caso de los pibes banderas de su país.   Los cubanos estamos cansado de que extranjeros, principalmente nuestros “hermanos latinoamericanos”, que hablan nuestro mismo idioma, nos llamen malagradecidos porque criticamos lo que graciosamente “conquistó” la Revolución Socialista para nosotros.  
Los logros, que no son tantos ni tan gloriosos, no son la obra in-con-men-su-ra-ble de esta Revolución que cumplió 50 años. Si es que existen, son producto del esfuerzo y el sudor de millones de cubanos que aceptaron privaciones a cambio de un bienestar que no llega.

Opinamos, criticamos y protestamos porque estamos cansados de promesas, engaños y mentiras y, principalmente, porque es nuestro derecho.

laritzadiversent@yahoo.es 

 

GALERÍA DE ARTE
CARTELES DE CUBA
GALERÍA DE FOTOS
Fotos de Nury A. Rodríguez
REVISTA CUBANET
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.