Tres palabras

José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - No es mucho lo que se pueda decir sobre los aspectos sobresalientes del acontecer en Cuba durante el año que termina. Más de lo mismo. Con un descorazonador panorama igual o muy parecido a los de años y decenios anteriores.

Si acaso valdría mencionar, como anécdota, la insistencia, machacante, puntillosa, con que cierta frase circuló de boca en boca, de casa en casa, de calle en calle, desde enero a diciembre, siempre entre signos de interrogación.

Son tres palabras, nada que ver con las del célebre bolerista villaclareño Osvaldo Farrés, pero igualmente destinadas a echar el alma por la lengua, si no mediante la declaración abierta de un deseo, como en el bolero, al menos barajadas en forma de angustiosa interrogante. Y estas palabras son: ¿cuándo termina esto?

Es lo que más han preguntado los cubanos durante 2009: como cierre de cada conversación privada, como consulta a los orishas, como explosión de queja, como reclamo filtrado entre dientes, o como súplica que se eleva al cielo.

Además, estas tres palabras no sólo han sobresalido por su omnipresencia, sino por ser elásticas como el pan de la libreta. Lo mismo sirvieron para rematar cualquier comentario sobre las escaseces o la inmovilidad política y económica o las acciones represivas de la policía, que para dar cuerpo a la incógnita del momento, o sea, ¿hasta cuándo, tanto la población como el mismo régimen, tendremos que seguir sufriendo el retrógrado mangoneo de Fidel Castro?    

Pregunta sin respuesta donde las haya. Al menos para nosotros. Por más que para él es la confirmación de una sentencia: en el propio pecado radica su castigo.