Bombas y caramelos

Juan Carlos Linares Balmaseda 

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Que somos los cubanos rehenes de la persecución policial es un elogio, no un insulto para nuestros gobernantes.

Comenzando diciembre “le tocó lo suyo” a los fabricantes artesanales y a los vendedores ambulantes de caramelos del barrio Virgen del Camino en el municipio San Miguel del Padrón. Unos días antes había tocado el turno a los vendedores de jabas plásticas, con similar procedimiento policial. 

A los carameleros les decomisaron mercancías y los multaron, otros fueron arrestados. Las multas más fuertes cayeron sobre los fabricantes, sobrepasando en algunos casos los mil 500 pesos.

A mediados de diciembre, luego del operativo, los vendedores de caramelos se mantienen escépticos. Los que ahora venden son los mismos que vendían y que seguirán vendiendo en la comarca donde colegas suyos, y hasta ellos mismos, “cayeron heridos” el día de la redada policial.

Se dice “cayeron heridos” porque la venta callejera es combate permanente entre la PNR (Policía Nacional Revolucionaria), que cumple la función de rancheadores,  y los vendedores por cuenta propia, que serían los cimarrones.

Un señor quiso endulzar su paladar mientras esperaba el ómnibus, saboreando un caramelo comprado a la anciana que, furtivamente, los vende a peso. El hombre hizo sonreír al grupo, expectante en aquella parada. 

-Los gobernantes que ahora prohíben a los cubanos hasta vender caramelos, son los mismos que para tumbar al otro gobierno veían bien poner bombas, ¡y no de caramelos, precisamente!