Diversiones infantiles

Tania Díaz Castro 

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Un grupo de artesanos mecánicos anónimos han fabricado un parque de diversiones ambulante, autorizado por el régimen castrista. Viven en el pueblo de Bauta, muy cerca de la capital habanera e instalan sus aparatos en lugares adecuados por espacio de una semana o más, según la demanda.

Hace unos días llegaron a Santa Fe, luego de salir de Jaimanitas, poblados costeros situados al oeste habanero. En Santa Fe se asentaron en un parque del reparto El Roble y allí permanecieron más de una semana, alegrando a los niños que pudieran pagar dos pesos por montar cada aparato.

Comenzaba la función a las 8 y media de la noche y eran las once y todavía la gritería infantil se escuchaba en varias cuadras a la redonda, además de un par de inmensas bocinas con los números musicales de reguetón más conocidos.

Me acerqué una mañana a dichos aparatos y pude percatarme de lo rudimentarios que eran, con un aspecto tan deprimente y rústico, que a simple vista parecen ofrecer un peligro para la vida de los niños.

Sin embargo, me dice uno de sus inventores que no quiso decir su nombre, que los aparatos son seguros, porque les dan mantenimiento cada vez que los trasladan a un nuevo sitio.

Precisamente ahora -mientras estos innovadores cubanos triunfan con su rústica tecnología- los equipos de fabricación china del nuevo y moderno parque de diversiones, Isla del Coco, situado en los terrenos del antiguo Coney Island, se están rompiendo. Así lo aseguró al periódico Granma en meses pasados el director del parque estatal, Erick Chamizo, quien explicó que 16 equipos permanecían rotos, entre otras cosas a causa del salitre y la demora en el envío de piezas de repuesto desde China. Es interesante que los antiguos aparatos americanos del antiguo Coney Island funcionaron perfectamente durante décadas en el mismo sitio donde hoy están los chinos e igualmente expuestos al salitre.

Se calcula que cientos de niños, tanto de Santa Fe como de otros pueblos cercanos -Jaimanitas, Baracoa, Caimito, Lazo de la Vega, Cangrejera- han concurrido cada noche al ambulante e improvisado parque de diversiones, a pesar de no estar en receso escolar y de verse obligados a levantarse temprano, como orienta la televisión estatal.

Durante sus horas nocturnas de diversiones entre semana, así como en horas tempranas de sábado y domingo, los niños y adultos pudieron disfrutar de dulces, refrescos y jugos naturales que vende uno de los kioscos particulares de Santa Fe, situado frente al parque.