Joaquinito
Frank Correa
LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Uno de los personajes más pintorescos de Jaimanitas es Joaquinito. Es hijo de Nélida, la menor de los Bustamante, la familia más numerosa de este pueblo costero. En la vieja casona a la orilla del mar, durante cincuenta años, como hormigas laboriosas, varias familias han llenado la casona de subdivisiones y cubículos, convirtiéndola en un verdadero laberinto. En lo que fue el patio se levanta el pequeño apartamento de Joaquín, el padre. Encima queda el cuchitril de Joaquinito, que tiene dos hijos y anda buscando el tercero.
Para mantener a su familia, Joaquinito se mete en el mar desde bien temprano, a bucear y sacar las joyas que pierden por descuido los bañistas. Va por la costa, a pie y motorizado, hasta las playas del este de La Habana, para ejercer un oficio que deja ganancias si se encuentra una sortija de oro o una cadena de dieciocho quilates. También saca calandracas del fondo del mar, que vende a los pescadores del malecón para carnada, una entrada de dinero segura. Por el trayecto, entre joyas y calandracas, siempre pesca alguna mojarra, un ronco, y con suerte, una cubereta o una picúa, así garantiza la comida de la familia.
Por la noche Joaquinito desempeña otro oficio. Realiza un recorrido diario por el pueblo con una mochila a la espalda cargada de discos DVDs, con shows de la tele de Miami, novelas, películas, musicales. Visita a los vecinos y los alquila.
Otro ingreso extra para Joaquinito es la bolita, porque acierta con frecuencia, aunque no obtiene muchas ganancias porque juega muchos números. Estudia la charada, saca cuentas, clasifica las combinaciones, descubre los números que se atraen y se repelen, además, tiene un candado infalible para ganar: la jicotea con el ochenta y nueve, que lo saca de apuros cuando el periodo especial le muestra su cara más terrible. Siempre gana con esa combinación. La juega durante todo el año y cuando sale hay fiesta en casa de los Bustamante.
Joaquinito es un padre ejemplar, pues invierte todo su tiempo en el bien de su familia. Es un cubano que no se deja amedrentar por la crisis. Resultado de la educación transmitida de generación en generación, desde el viejo Bustamante antes del año 59 hasta hoy. “Lo primero que tiene que hacer un hombre –dice- es llevar pan a la mesa, mantener a sus hijos calzados y vestidos, y luchar, siempre luchar”.
beilycorrea@yahoo.es
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