Los tentáculos y el peñasco

Osmar Laffita

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) – La agricultura cubana atraviesa su mayor crisis, atrapada en los tentáculos de la centralización. En vez de abrir la gestión agrícola a la actividad privada, como hicieron con  tanto éxito China y Vietnam, el gobierno cubano vuelve a tropezar con el mismo peñasco. Se aparecen ahora con la idea de entregar la distribución de los productos del agro al Ministerio de Comercio Interior. Tal sistema  se inició desde el pasado mes de agosto en las provincias habaneras.

Las nuevas empresas se ocupan de comprar los productos a las entidades agropecuarias. Se supone que para tales fines disponen del trasporte y aseguramiento. Pero la situación de abastecimiento en los 308 mercados agropecuarios estatales, e igual puntos de ventas ubicados en la capital, desde agosto hasta el presente, ha ido de  mal en peor. La ausencia de productos en los mercados estatales es alarmante.

La idea de reactivar los cinco mercados concentradores, que se ocupan  de garantizar el suministro de los mercados estatales, no se ha cumplido. La causa de este desastre es la absurda centralización, que liquida la independencia de los encargados de estas actividades, atados de pies y manos por no estar facultados para tomar decisiones ante las mermas y deterioros de productos perecederos. Así, miles de quintales de viandas, vegetales y frutas, acaban  como alimentos para los cerdos.

En los 37 mercados de ofertas y demandas de Ciudad de La Habana, la situación es distinta. El surtido es variado y abundante, pero los precios muy elevados, lejos del alcance de los ciudadanos.

En el mes de octubre cundió el pánico en los mercados de oferta y demanda, porque cobró fuerza el rumor de que serían cerrados en los primeros días de noviembre.  Parece que por el desastre reinante en los mercados estatales, una orden de arriba  dio marcha atrás a la medida. Al menos por el momento.

Todo apunta a que a costa de un gran sacrificio monetario, será en los mercados de oferta y demanda donde la familia cubana podrá  garantizar los productos de Nochebuena y fin de año.