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3 de marzo de 2008

Diplomacia musical norteamericana en Norcorea

MIRIAM LEIVA

La Habana -- La Orquesta Sinfónica de Nueva York se ha presentado en Pyongyang, capital de la República Democrática Popular de Corea. Esa Corea del Norte que ha estado inmersa en grandes conflictos y donde se instaurara la dictadura totalitaria de Kim Il Sung y su heredero Kim Jong Il. ¡Bella iniciativa!

Recordamos que al finalizar la Segunda Guerra Mundial la Unión Soviética ocupó esa zona, mientras Estados Unidos lo hizo al sur, separados por el paralelo 38. En 1948 se organizaron elecciones por separado, se impuso Kim Il Sung en Pyongyang y se constituyeron los dos estados, pero en 1950 el norte invadió el sur y se inició una guerra que concluyó en 1953 con un armisticio. Soldados norteamericanos pelearon, fueron prisioneros en terribles condiciones, desaparecieron y murieron en un cruento enfrentamiento, cuya beligerancia no ha cesado oficialmente entre ambos países.

Como se sabe, mientras Corea del Norte se convirtió en uno de los regímenes más represivos de la historia de la humanidad, con la muerte de millones de personas, incluso por hambruna, Corea del Sur floreció inicialmente bajo dictaduras militares y más recientemente alcanzó la democracia, para destacarse entre los países pobres y subdesarrollados que mayores logros económicos y tecnológicos alcanzaron en el siglo XX, y convertirse en uno de los tigres asiáticos.

La carencia total de libertad y la agresividad armamentista de Corea del Norte contra Corea del Sur, la permanencia de tropas norteamericanas desde el Paralelo 38, los intereses de Rusia y China y los peligros para Japón convirtieron la península coreana en uno de los focos de confrontación más peligrosos del mundo, agudizado por los preparativos nucleares de Pyongyang.

No obstante, las autoridades del sur han mantenido una política paciente para disminuir las tensiones y promover la unificación. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha realizado gestiones para disuadir a Corea del Norte mediante la entrega de asistencia humanitaria y, fundamentalmente, de petróleo a cambio de que cesara la construcción de las centrales nucleares de energía. Estos esfuerzos entraron en crisis por las pruebas nucleares norteñas.

Sin embargo, en el curso de 2007 se alcanzaron nuevamente acuerdos importantes, en las conversaciones a 6 bandas: Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, China, Japón y Rusia. Finalmente parece que movida básicamente por las grandes dificultades alimentarias, energéticas y económicas en general, Corea del Norte nuevamente se ha comprometido a renunciar a sus pretensiones nucleares, intercambió visitas al más alto nivel con su hermano vecino y se procede al mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos.

Entonces, cabría preguntarse cómo es posible que con una dictadura sangrienta, que dura 60 años, en una tierra donde incluso han muerto ciudadanos norteamericanos, Estados Unidos pueda entenderse y no es capaz de asumir una posición inteligente hacia una pequeña isla, a 90 millas de sus costas, a la cual sus empresarios venden apreciable cantidad de alimentos. La política aislacionista y de embargo unilateral llevada a cabo durante 49 años hacia el totalitarismo en Cuba sólo propició el fortalecimiento del régimen y la represión de los opositores bajo el pretexto del peligro impuesto por el ``imperialismo yanqui''.

El pueblo cubano comparte con el norteamericano gustos similares y afinidades en muchos aspectos como la música, el béisbol, el baile y más recientemente palabras del vocabulario coloquial, bajo la influencia de las películas que llenan las pantallas de cines y la televisión, así como la añoranza por viajar a encontrar las mejores condiciones de vida que han apreciado lograron sus familiares al otro lado del Estrecho de la Florida, donde hay alrededor de millón y medio de cubanos.

No es posible comprender que el gobierno de Estados Unidos restrinja los contactos familiares a una vez cada tres años, impida los intercambios culturales, académicos, deportivos, científicos y de otra naturaleza y prohíba las visitas de sus ciudadanos a Cuba. Están eliminando la inyección de amistad, experiencias y democracia.

AChina los norteamericanos llegaron con el ping pong y a Corea del Norte con la exquisita música de una de las orquestas más prestigiosas del mundo, que inició su ejecución con el himno nacional de Estados Unidos. Sabia y amistosa aproximación a pueblos oprimidos, muy necesitados de conocer lo que sucede fuera de sus fronteras. Indudablemente, si se levantaran las absurdas prohibiciones hacia cubanos y norteamericanos, los vínculos florecerían para beneficio de los ciudadanos de ambos países.

Periodista independiente.

 

 
 
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