Independencia vs independencia

Juan González Febles

LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - Sucesos poco relacionados como la proyección por el canal Cubavisión de una película anglo alemana y una nota de la periodista Lourdes Pérez Navarro en el libelo oficialista Granma, liberaron la evocación.

La película está basada en hechos reales que tuvieron lugar en Munich, Alemania, en 1943. Un grupo de jóvenes estudiantes universitarios enfrentaban la maquinaria represiva totalitaria nazi, con lápices, plumas y mimeógrafos. Lo hacían de forma pacífica, como se hace en Cuba. Todo contribuía a la identificación. Cuan iguales esos funcionarios de la GESTAPO con los del Departamento 21, cuan similar el fuhrer al Comandante en jefe.

Salvando la necesaria distancia, la ejecución de los estudiantes muniqueses en 1943, me recordó la ejecución sumaria de Los Tres Negritos de La Habana en 2003. La misma orden asesina, el mismo crimen, el mismo juicio sumario, el mismo propósito “ejemplarizante”.

La nota de la Sra. Pérez Navarro nos habla de libertad de información y los esfuerzos de la dictadura para coartarla. Es la historia corriente de cortar alas a la imaginación. Se trata de impedir que el pueblo de Cuba vea otras alternativas más allá de la fabricación de una balsa.

La guerra de la dictadura contra la televisión satelital va desde la violación de la constitución vigente, hasta sanciones exageradas dirigidas contra los que abren ventanas y opciones a la imaginación.

El trabajo de Lourdes Pérez Navarro es otro poco de más de lo mismo. La película anglo alemana se va más allá. Pienso que en Cuba, cuando repiquen las campanas de la libertad, también honraremos a los valientes de todas las épocas que se enfrentaron a la maquinaria represiva totalitaria de los Castro.

Los jueces y fiscales que actuaron contra los luchadores y activistas pro democracia, serán sometidos a una interdicción de por vida, como en Alemania. Los “meruelos” que desde las páginas de periódicos oficialistas son cómplices de felonía, como es el caso de la Sra. Pérez y el del Sr. De La Hoz, van a necesitar mucha buena suerte para volver a ejercer este oficio, al menos en Cuba.

De vuelta con el caso de las señales satelitales prohibidas, en este asunto incide discriminación contra nacionales y violación de derechos universalmente reconocidos.

Los argumentos de Munich en 1943 y los de La Habana en 2007 son idénticos. En ambos casos se trató de “salvar a la patria” de los Estados Unidos. En ambos casos se trató de salvar a la nación; en 1943 la nación alemana, en 2007 la nación cubana. En Alemania un fuhrer, en Cuba un Comandante en jefe. En Alemania la GESTAPO, en Cuba la Seguridad del Estado.

Más temprano que tarde, la libertad vencerá, como pasó en Munich y como pasará en La Habana. La Rosa Blanca de 1943 y la Prensa Independiente, las Damas de Blanco y los activistas opositores de 2007, se unen en el amor a su gente y a la libertad, más allá de las barreras de tiempo y espacio.

Ojalá que los represores de Villa Maristas se vean en el espejo del oficial de la GESTAPO que instruyó el caso de los estudiantes de Munich en 1943. Ojalá que los jueces y fiscales que actúan en las puestas en escena contra nuestra gente, saquen las lecciones a tono con el filme alemán.

Ojalá que el filme haya sido visto por Fernández Gondín, Pichardo, Estrada, Luis Mariano Lora, Tamayo, Ulises y el resto de esa triste comparsa. Que no quede fiscal, delator, juez o verduguito que no se sienta retratado en este filme. La alegada independencia política de ningún estado, puede servir de pretexto para coartar la independencia civil de ningún ciudadano.