Exiliados
cubanos de todo el mundo se citan en BCN
el Periódico.com
• La disidencia interior asume por vía
telefónica el protagonismo del acto
• Payá pide unidad ante el futuro pese
a las discrepancias sobre el pasado
JORDI CORACHÁN
BARCELONA
Barcelona fue ayer la capital de la oposición cubana. Vinieron
gentes de todas partes del mundo, menos de Cuba. La oposición
interna tuvo que intervenir desde la isla mediante conferencia telefónica.
El motivo del encuentro fue la presentación del libro Dissidents
(Dèria y La Magrana), de Carles Llorens y Clàudia
Pujol.
Llegaron al Hotel Pulitzer para deshacer tópicos, pero cayeron
en uno: "Fidel Castro es para muchos todavía intocable".
Eran opositores cómodos y acomodados, como admitió
ante la prensa catalana Carlos Saladrigas, líder moderado
del exilio de Miami, uno de los 13 entrevistados en el libro.
Quizá por eso, los testimonios más sentidos llegaron
por un teléfono conectado a un gran altavoz. Sabias las palabras
del disidente Oswaldo Payá. "Todos los opositores tenemos
que ponernos de acuerdo sobre el futuro, aunque discrepemos del
pasado", pidió desde La Habana, tras reclamar elecciones
libres y la excarcelación de presos.
De su preso particular habló Laura, la esposa del periodista
Héctor Maseda, de 65 años, que lleva cinco en la cárcel
por escribir lo que escriben los periodistas en cualquier país
libre. Solo que Cuba no lo es y la ley de la mordaza le condenó
a 20 años.
Por teléfono también habló Vladimiro Roca,
hijo díscolo del secretario general de los comunistas cubanos.
"La transición no se ve cerca", dijo. Por eso,
reclamó moderación a los opositores del exterior:
"Primero hay que hacer cambios económicos, porque la
presión ciudadana se encargará de lo demás".
También se refirió a los hermanos Castro: "Raúl
es distinto pero, mientras viva Fidel, no va a hacer nada que le
moleste".
Consenso en la sala. Saladrigas aceptó dar todo el protagonismo
a la oposición interna por "valiente y democrática".
El encuentro estuvo presidido por las reivindicaciones democráticas
desde la templanza y la sensatez. Solo descolló la voz de
Carles Llorens, quien dijo que "en Cuba no hay socialismo,
sino fascismo", y comparó a Fidel Castro con Hitler.
"Es verdad que Fidel se levantó contra una dictadura
y que Pinochet lo hizo contra una democracia, pero al final el comandante
ha sido más nefasto que el general", dijo.
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