El gran cuento

José A. Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Los ecos de la nueva tendencia literaria de los micro cuentos se han escuchado en Cuba. Aunque en la isla no estamos muy al tanto de lo que ocurre en la aldea global.

Al parecer, lo que muchas veces escuchamos decir es que era el cuento más corto del mundo. Aquel en que el último hombre del planeta se encontraba totalmente solo en su casa. De pronto alguien tocó a la puerta y quedó fuera de combate.

No obstante, lo de los micro cuentos no es novedad. En las novelas radiales, que dicho sea de paso las creó el cubano Félix B. Caignet, el narrador, que tiene mucho de cámara de cine realizando paneos por la escena, utilizaba y utiliza descripciones que sin lugar a dudas entran en la categoría del micro cuento.

Recuerdo de mi época de estudiante en los cursos para escritores de radio y televisión que se impartieron en el Instituto Cubano de Radio, varias descripciones puestas por el escritor o guionista en boca del narrador radial para acentuar el dramatismo, que eran lo que ahora estamos llamando micro cuentos.

Por ejemplo, en una situación de ficción, donde dos crueles gobernantes habían acordado cometer juntos un hecho muy dañino, algo así como lo acordado entre Stalin y Hitler para repartirse Polonia, el narrador dijo: “El día amaneció manchado de gris. Pactaron los tiranos”.

En otro caso, en que se quería poner de manifiesto la avanzada edad de una iglesia, el narrador decía: “El tañido de las campanas tenía sabor a viejo”.

Y en un momento en que se estaba describiendo el patio jardín de una gran mansión cuyos dueños tenían predilección por las aves y al efecto poseían una enorme y bien decorada jaula cubriendo parte del área y al mismo tiempo sirviendo de destacado ornamento, el narrador precisaba: “Los colores y los trinos ocupan el espacio”.

Pero el micro cuento más conocido, que a su vez es el más grande del que tenga noticia el globo, que a su vez ha creado muchas de las peores desdichas de la humanidad. Que no tiene como antecedente la narración radial. Que al parecer es anónimo, pero ha sido repetido muchas veces por el mundo, es el que asegura, nada más y nada menos que “el comunismo en el poder es la democracia”.

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