EDUCACION
Incertidumbre escolar
Miguel Iturria Savón
LA HABANA, Cuba - Marzo ( www.cubanet.org )
- Hace unos días, en una reunión
de padres de una escuela secundaria básica
de El Vedado, la directora informaba sobre la
propuesta de ubicación de los estudiantes
de noveno grado para el próximo curso escolar.
La madre de un muchacho interrumpió para
expresar su inconformidad con la carrera prevista
para su hijo. "El niño no puede se
maestro emergente, no tiene vocación ni
buenas notas. Sería un desastre si lo aceptara".
Sus palabras dieron lugar a un debate imprevisto.
Otros padres pensaban lo mismo. El país
necesita maestros y profesores, pero hay que escoger
al personal. La urgencia no es siempre lo más
importante.
Cuando la protagonista me contó lo sucedido
no le di importancia. Ella y su hijo detestan
las imposiciones. Pensé que algo similar
pudo acontecer en decenas de escuelas secundarias
del país. Los esfuerzos institucionales
por ubicar a cada estudiante no siempre coinciden
con la vocación de los adolescentes que
concluyen el noveno grado, ni con los sueños
profesionales de quienes terminan el preuniversitario
y piensan en una carrera que le abra las puertas
del futuro. Un futuro muy incierto si tenemos
en cuenta las circunstancias de crisis que vivimos
en la Isla y el salario simbólico que perciben
los profesionales con títulos de alto nivel
docente.
El "escándalo" escenificado por
mi amiga expresa la incertidumbre de padres y
estudiantes en torno a un problema esencial: las
escuelas determinan la ubicación de los
educandos en función de los intereses sociales.
Se escudan en las "solicitadas de los muchachos"
y las "orientaciones y plazas recibidas"
de la instancia superior. "La vocación
no cuenta. Sólo importan las necesidades
del país" -añadió mi
amiga después de entrevistarse con la directora
y con tres miembros del Consejo de Padres de la
escuela de su hijo.
El problema involucra a otros protagonistas que
no dan la cara. Tal vez por eso se repite anualmente
en febrero, y en el decisivo mes de julio. La
solución no depende solamente de las escuelas,
los padres y los estudiantes. Tiene mucho que
ver con las ofertas que llegan a las direcciones
municipales de educación desde los institutos
preuniversitarios -casi todos en el campo-, los
centros vocacionales de ciencias exactas, uno
en cada provincia del país; las escuelas
formadoras de maestros, las de comercio, economía,
turismo y otras especialidades que configuran
el tablero de opciones, incluidas las prioridades
sociales: maestros emergentes y profesores de
enseñanza media.
La carencia de maestros primarios y de profesores
de enseñanza media ha determinado la creación
de programas emergentes. Pero la emergencia se
asocia con la mala calidad de las clases y con
la gritería y la vulgaridad de los maestros
improvisados, quienes ponen en juego la formación
de nuestros niños y jóvenes. El
éxodo del personal docente no justifica
la premura. La selección de adolescentes
sin vocación y con bajo índice académico
no es una buena alternativa para cubrir las vacantes.
La incertidumbre de los padres sobre las opciones
que reciben sus hijos al terminar el nivel medio
tiene mucho que ver con la situación actual
de las escuelas primarias y secundarias básicas,
principalmente en Ciudad de La Habana, donde ejercer
la docencia miles de jóvenes orientales
sin preparación cultural ni pedagógica,
lo cual ha puesto en guardia a las familias capitalinas.
La crisis de la enseñanza difiere de los
recursos técnicos asignados al sector y
de los esfuerzos realizados por el gobierno en
la reparación de los centros escolares.
Ni la reactivación de las escuelas pedagógicas,
empleadas anteriormente para formar a trabajadores
sociales de Cuba y Venezuela, ni la elevación
de los salarios del sector han detenido el éxodo
de maestros y profesores, quienes buscan alternativas
laborales más atractivas para enfrentar
la elevación del nivel de vida. La emergencia
retorna a los predios de las aulas. Las secuelas
de la improvisación es una campana de resonancia
contra el futuro.
|
Esta información
ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba controla el acceso
a Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente. |