OLA
REPRESIVA
Declaración de Jorge Olivera a raíz de nuevo hostigamiento
LA HABANA, Cuba - 28 de febrero (www.cubanet.org)
- El día 22 de febrero fui citado oficialmente
para comparecer, el martes 27 del propio mes ante
un juez de ejecución del Tribunal Municipal
de la Habana Vieja.
Posteriormente, en la noche del lunes 26, se
me comunicó a través de una citación
que la convocatoria quedaba anulada temporalmente
por una "inspección" en la instancia
gubernamental.
Es la tercera vez en el último año
que se utiliza este recurso como un medio de hostigamiento
y como advertencia de suspenderme la licencia
extrapenal por motivos de salud que recibí
en el mes de diciembre de 2004, tras cumplir 20
meses y 18 días de una condena de 18 años
de privación de libertad por ejercer el
periodismo independiente.
Cuando fui requerido por primera vez en febrero
y marzo de 2006 se me notificó que no podía
salir de los límites de Ciudad de la Habana
sin una autorización del tribunal, tampoco
asistir a ninguna actividad pública, debía
aceptar un empleo de baja calificación
y sujeto a controles de organizaciones pro-gubernamentales.
Una vez más fue notoria la presencia de
diplomáticos en señal de apoyo ante
la nueva escalada represiva. En está ocasión
estuvieron presentes funcionarios de Estados Unidos,
Canadá, Alemania y Suecia, estos últimos
en representación de la Unión Europea.
Es preciso comunicar a la opinión pública
que desde hace dos años espero, junto a
mi familia, el permiso de salida para partir al
exilio sin que hasta el momento haya recibido
una respuesta.
La autorización para abandonar el país
está siendo utilizada de manera selectiva
y discriminatoria. Algunos de los excarcelados
de la causa de los 75 han podido obtener el permiso,
sin embargo el resto permanece en el limbo de
una espera interminable.
Miguel Valdés Tamayo, uno de los encausados
en los sucesos de la Primavera Negra de 2003,
murió el 10 de enero último en un
hospital de Ciudad de la Habana, mientras aguardaba
por una autorización de salida. Tenía
visas para Holanda y los Estados Unidos.
Contaba 50 años de edad al morir a causa
de sus problemas cardíacos agravados por
un encierro que se prolongó por más
de un año y por el sostenido hostigamiento
que padeció desde que fue excarcelado.
Jorge Olivera Castillo
Periodista independiente.
Miembro del Grupo de los 75.
oliverajorge75@yahoo.com
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