21 de diciembre de 2007

El gobierno promete fin de los apagones

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald


El gobierno cubano anunció que eliminará casi totalmente los molestos apagones eléctricos como resultado de la llamada ''revolución energética'' emprendida por el país desde el 2005, aseguraron fuentes oficiales de la isla.

''Cuba no tendrá más apagones en el futuro'', afirmó un titular del periódico Juventud Rebelde al reseñar la intervención en la Mesa Redonda del miércoles de la ministra de la Industria Básica, Yadira García.

''La eliminación casi total de los apagones es apenas la punta del iceberg de un proceso que comenzó cuando el barril de petróleo se cotizaba a $46 y que ahora, cuando roza los $100, continúa ejecutándose'', afirmó García ante la televisión cubana en presencia de ministros y altos funcionarios gubernamentales.

La ministra señaló que ya se evidencian ''resultados concretos'', como haber eliminado el queroseno como medio de cocción en 2.5 millones de núcleos familiares en un proceso que ``está garantizado para el futuro''.

Sin embargo, las promesas oficiales del ''hágase la luz'' se remontan siete años atrás y han puesto en entredicho hasta las propias aseveraciones del gobernante Fidel Castro.

El 31 de octubre del 2000, la emisora Radio Rebelde aseguró que ''la era de los impopulares apagones había llegado a su fin'' como resultado de la firma de un jugoso acuerdo petrolero con Venezuela. La información aseveró que la capacidad energética estaba ya por encima de la demanda nacional, lo que se vería secundado por la modernización de las termoeléctricas y la marcha de un extensivo programa de ahorro de electricidad.

Pero los cortes de electricidad prosiguieron hasta que estalló una crisis de energía por la interrupción de la planta de Matanzas, lo que obligó al gobierno a un plan de emergencia, incluyendo el cierre de fábricas y la reducción de horarios laborales, a mediados del 2004.

Fue entonces cuando rodó la cabeza del titular de la Industria Básica, Marcos Portal, quien había permanecido en el cargo por 21 años.

Poco después Castro amasó la idea de la revolución energética, un ambicioso plan a largo plazo que ahorraría al país unos $1,000 millones anuales mediante la sustitución de vetustos generadores de electricidad, la rehabilitación de las redes y postes, y el reemplazo de bombillos y equipos de alto consumo.

''Habrá un antes y un después de la revolución energética de Cuba'', proclamó el gobernante al inaugurar en la ciudad de Pinar del Río un nuevo sistema eléctrico con generadores de emergencia.

Dos días después un apagón generalizado dejó a La Habana a oscuras por más de ocho horas y obligó a retrasar una intervención especial de Castro en la Mesa Redonda.

Las autoridades atribuyeron los problemas de la red eléctrica a ''fuertes vientos, la elevada humedad y el polvo acumulado en las instalaciones de suministro'', pero apenas siete meses después, el 24 de agosto del 2006, una avería en el sistema nacional causó un gigantesco apagón que se extendió por la ciudad capital y las provincias de Pinar del Río y La Habana.

Según cifras oficiales, ya se han invertido $4.9 millones para habilitar 600 talleres de reparación de equipos electrodomésticos entregados, a lo largo de todo el país.

 
 
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