Relevan de su cargo a conocido líder
juvenil
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Nuevo Herald
Carlos Lage Codorniú, hijo del vicepresidente cubano Carlos
Lage, fue relevado como presidente de la Federación Estudiantil
Universitaria (FEU) cuando apenas llevaba dos años en el
cargo.
Codorniú, economista de 26 años y conocido
por su firme discurso en defensa de la revolución, ocupaba
el máximo cargo en la FEU desde el 2005, y será reemplazado
por Adalberto Hernández, profesor de marxismo-leninismo,
quien se desempeñaba como vicepresidente, informó
el diario Juventud Rebelde.
''Ahora tendrán la posibilidad de ejercer
las profesiones que estudiaron en la universidad'', indicó
el órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas,
al informar del relevo de Lage, sin especificar cuáles serían
sus nuevas funciones ni los motivos de la sustitución.
Durante su breve mandato al frente de la FEU, Lage
preparó el VII Congreso y los festejos por el 85 aniversario
de la organización.
En su opinión, la FEU ``tiene que ser una
organización de empuje para tratar de transformar y ayudar
a conducir a la sociedad hacia un futuro mejor.''
La FEU, que agrupa actualmente a más de 200,000
universitarios, fue fundada en diciembre de 1922, desde entonces
tomó parte activa en los movimientos sociales de la isla
y protagonizó la lucha revolucionaria antes del triunfo de
1959.
Históricamente su presidencia ha sido uno
de los cargos de liderazgo juvenil más importantes del país,
por el que han pasado figuras claves de la política cubana
actual como el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón,
el vicepresidente Carlos Lage y el canciller cubano, Felipe Pérez
Roque.
Carlos Lage Codorniú es conocido entre sus
seguidores como ''Carlitos'' para distinguirlo de su padre Carlos
Lage, el secretario del Consejo de Ministros, quien presidió
la FEU entre 1976 y 1979.
En declaraciones recientes, Lage Codorniú
afirmó que el socialismo no tiene por qué estar ''divorciado''
del bienestar social y Cuba necesita cambios para que la población
``sienta en el plato de comida las bondades de la revolución.''
A su juicio, uno de los principales retos de los
dirigentes del país es acometer los cambios necesarios para
que la sociedad cubana supere sus contradicciones y sea cada vez
más justa sin dejar de defender los ``principios de la revolución''.
''La lógica de la revolución es que
no se atiene a dogmas'' y sería ''un error atenernos a las
mismas fórmulas del pasado, es necesario aplicar fórmulas
nuevas y cambios'', aseguró el joven dirigente.
No obstante, ''los cambios nunca van a ser
de principios, serían de formas, porque no hay decisión
de cambiar las esencias de la revolución'', matizó.
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