Reflexión
de Castro levanta interrogantes
Agence France Presse
LA HABANA
El convaleciente líder cubano Fidel Castro
evocó en la prensa las razones que tuvo para negarse antes
a firmar pactos de derechos humanos que en breve suscribirá
el gobierno provisional de su hermano Raúl, abriendo interrogantes
sobre el alcance de la reciente decisión.
Los diarios Granma y Juventud Rebelde publicaron
ayer tres páginas de la explicación que Castro dio
en abril deL 2001 sobre sus objeciones a los convenios, difundida
la noche del jueves en el programa Mesa Redonda de la televisión
cubana, tres días después de que el canciller Felipe
Pérez Roque anunció que Cuba firmará los pactos
``en los próximos meses''.
El líder de 81 años, fuera de funciones
desde hace 16 meses por enfermedad, se abstuvo antes de firmar el
Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, por
estar en contra de los artículos 8 y 13 sobre sindicatos
libres y educación privada.
El mandatario pidió al programa televisivo
que retransmitiera la explicación que dio seis años
atrás al entonces primer ministro canadiense Jean Chrétien,
quien le pidió firmara los pactos de derechos humanos.
Castro dijo que la libre fundación de sindicatos
``serviría de arma y de pretexto al imperialismo para tratar
de dividir y fragmentar a los trabajadores, crear sindicatos artificiales,
y reducir su fuerza e influencia política y social''.
''En Cuba el propósito sería fundamentalmente
subversivo y desestabilizador, socavar el poder político'',
subrayó entonces.
El artículo 13, advirtió, ``abriría
las puertas a la privatización de la enseñanza, que
en el pasado dio lugar a dolorosas diferencias e irritantes privilegios
e injusticias.
Sin precisar si habrá esta vez alguna salvedad,
Pérez Roque anunció el pasado lunes que Cuba firmará
''en los próximos meses'' el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y el de Derechos Civiles
y Políticos, y se someterá en marzo de 2009 a la revisión
del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Dijo que la ''decisión política'' fue
tomada ''sin presiones'' y porque cambiaron las condiciones al ser
eliminado en junio el relator especial para la isla, aunque advirtió
que ''si se vuelve a politizar el tema'' Cuba regresaría
a su posición anterior.
''Lo de Fidel Castro parece que trata de justificar
la firma de los dos grandes pactos. Pero el fondo de los argumentos
hoy no ha cambiado, por eso creo que es una jugada política
del gobierno para comprar tiempo, anunciando la firma de compromisos
que no va honrar'', dijo Elizardo Sánchez, líder de
una comisión ilegal de derechos humanos.
Pérez Roque señaló que los preceptos
contenidos en los convenios están protegidos ''ampliamente''
por la revolución. Pero opositores dudaron que el Gobierno
cumpla el pacto de derechos civiles y políticos que consagra
la libertad de expresión, reunión y asociación.
El canciller hizo el anuncio en el Día de
los Derechos Humanos, mientras 12 opositores protestaban en un parque
de La Habana en medio de una fuerte réplica de más
de 100 seguidores de Castro, y 45 activistas de las Damas de Blanco
marchaban en demanda de la liberación de presos políticos.
''Ya la decisión nació viciada'', comentó
Miriam Leyva, del movimiento cívico de las Damas de Blanco,
al señalar que ``continúa la represión''.
Para el opositor moderado Manuel Cuesta ''hay un
punto crítico'', pues Fidel Castro estaría diciendo
que ''tolera pero está con ojo avizor, poniendo cortapisas'',
pero el ``gobierno real (Raúl) está ya en otra parte
y sabe que tiene que dar pasos''.
Diplomáticos consultados se declararon ''perplejos''
sobre la difusión de las objeciones de Fidel, estimaron apresurado
hablar de una contradicción con el gobierno de Raúl,
al tiempo que subrayaron como evidente que el máximo líder
es consultado de las principales decisiones del país.
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