Comunidad
cubana echa raíces en España
MADRID
HELENA POLEO / El Nuevo Herald
En el centro de esta capital, a pocas cuadras de
la Puerta del Sol, se escucha el son cubano en un conocido restaurante,
La Negra Tomasa, donde platos repletos de congrí, ropa vieja
y tostones vuelan desde la cocina a las mesas de manos de mesoneros
con acento caribeño.
En la acera de enfrente, una botánica atrae
a la clientela con imágenes de santos; a pocas cuadras, un
local de envío de dinero asegura que puede enviar dinero
a Cuba.
No muy lejos, en el restaurante del Centro Cubano
en Madrid, fotos de Celia Cruz, Andy García y Gloria Estefan
comparten las paredes con mapas de Cuba y retratos de José
Martí.
Pero más que negocios o instituciones, en
estos puntos neurálgicos los cubanos que se han radicado
en esta metrópolis española reencuentran algo de su
calor caribeño reconectándose con los suyos.
Según el Observatorio Permanente de la Inmigración
del gobierno español, más de 42,000 cubanos viven
en España. Esta cifra no incluye los indocumentados ni los
que han se han nacionalizado españoles.
Según algunos nativos de la isla y expertos
en inmigración, la comunidad de cubanos en este país
se ha mantenido relativamente pequeña debido a que muchos
se naturalizan y prefieren irse a otras partes.
Juan Carlos López, de 39 años, llegó
de Cuba en 1993 y pronto se hizo español.
''Los cubanos se arraigan rápidamente a la
ciudadanía'', afirmó López, quien es natural
de Santa Clara, en el centro de la isla. ``Muchos prefieren utilizar
a España como puente para irse a otros países''.
López prefirió permanecer en Madrid
y en 1997 formó Servitransfer Peninsular, una empresa de
envíos de remesas en el corazón de la ciudad. El 70
por ciento de su clientela está integrado por cubanos, aseguró
López, quien agregó que su oficina envía cerca
de dos millones de euros anuales a la isla.
Compañías como las de López
florecen en España, pues las grandes empresas de envío
de dinero normalmente no pueden hacer remesas a Cuba por sus vínculos
comerciales con Estados Unidos, según establece el embargo
norteamericano.
La oficina de Servitransfer Peninsular se ha convertido
en un sitio de encuentro para un selecto grupo de cubanos en la
ciudad.
Enrique González Alonso, llegado a Madrid
de Cienfuegos, en junio del 2006, gracias a que sus abuelos eran
españoles, suele reunirse en esa oficina. Pero el cubano
de 38 años dijo que, a pesar de tener vínculos familiares
y amigos en la ciudad, la experiencia de inmigrante no ha sido nada
fácil.
''Duré casi un año sin papeles, y en
ese tiempo no conseguí trabajar en nada, más que en
trabajos informales'', comentó González Alonso, quien
dijo que se graduó de Ingeniería Química en
Cuba.
A pesar de contar con varios sitios de encuentro,
la comunidad cubana en España, expresan los que pertenecen
a ella, es dispersa y poco organizada.
''Reunir a los cubanos es complicado'', subrayó
López.
Por otro lado, la cantidad de cubanos que viene a
España es cada vez menor, pues las leyes de inmigración
españolas son cada vez más estrictas. Ahora es casi
imposible inmigrar legalmente al menos que se trate de un familiar
directo de un ciudadano español, según información
oficial.
Fernando Fernández Catá, el dueño
del restaurante y del local donde se reúnen los miembros
del Centro Cubano de Madrid, casi todos los días atiende
a una nutrida clientela mayormente española.
El Centro Cubano de Madrid, que se dedica a ayudar
a los cubanos recién llegados, es el único de este
tipo en Europa, aseguró Fernández Catá, que
es cubano de nacimiento. Tras su establecimiento en 1967, la entidad
llegó a tener 1,300 miembros; ahora sólo cuenta con
370, de los cuales 10 son españoles.
''Todos los miembros se han ido muriendo y los que
llegan no quieren organizarse'', acotó Fernández Catá,
de 75 años.
El Centro, que en el pasado recibió el apoyo
de la Fundación Nacional Cubano Americana, coordinaba manifestaciones
contra el régimen de Fidel Castro. Sin embargo, en los últimos
años no se ha organizado ninguna.
''Los cubanos aquí no quieren participar por
miedo a que la embajada no les deje sacar a los familiares'', indicó
Fernández Catá.
Además de sitios donde buscar guía
y ayuda como el Centro, y locales donde se puede escuchar salsa
en vivo y comerse un buen plato de arroz con frijoles como La Negra
Tomasa, los cubanos también pueden practicar la santería.
Frente al restaurante, en el centro de Madrid, está la botánica
Santería Milagrosa.
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