13 de diciembre de 2007

Fracasa en EE UU enmienda sobre comercio con La Habana
La ley pretendía abrir una puerta para que La Habana no tuviera que pagar al contado.

Una enmienda que pedía una mayor apertura comercial con Cuba fracasó el martes en el Senado estadounidense cuando el senador que la propuso se vio obligado a retirarla bajo la presión de sus colegas, informó AP.

El senador Max Baucus, presidente del Comité de Finanzas, presentó la enmienda a la ley de agricultura, pero la retiró ante amenazas de otros senadores de detener u obstruir el debate.

El propósito de Baucus, del estado agrícola de Montana —donde varias empresas han estado presionando a sus legisladores para incrementar el comercio con Cuba—, era incluir en la ley provisiones para que Estados Unidos pudiera vender más trigo, papas y productos lácteos al país caribeño.

La enmienda buscaba simplificar todo el procedimiento burocrático establecido por el Departamento del Tesoro para comercializar con Cuba, incluyendo una disposición de que las transacciones debieran hacerse a través de bancos estadounidenses y no de terceros países y en efectivo, como es actualmente.

"Algunos miembros amenazaron con detener todo el proyecto de ley agrícola si se aceptaba la enmienda o incluso si se llegaba a votar sobre ella", dijo Carol Guthrie, portavoz de Baucus en el Comité de Finanzas.

Chuck Grassley, senador de Iowa, dio un indicio de que la posición de Baucus no llegaría muy lejos cuando afirmó que la política del gobierno es "no debilitar el embargo" y que sólo se buscaría un cambio "si hay un avance en Cuba de la democracia".

"Ese avance no ha ocurrido", dijo Grassley, el republicano de mayor jerarquía en el comité senatorial. "Entonces, no es momento para retroceder".

Baucus dijo que creía lo contrario, que "éste es el momento de replantear la política (comercial) con Cuba y hacerla coincidente con las realidades y políticas actuales".

Dijo que el gobierno de George W. Bush estaba marginando a empresas estadounidenses de un mercado de 11 millones de consumidores, mientras se aprovechaban países como Canadá, China y Brasil.

El Congreso ablandó en 2000 algunas de las restricciones al gobierno cubano que en 2003 dieron lugar a un intercambio de más de 400 millones de habichuelas, carnes y trigo. Pero, en 2005, el Tesoro emitió directrices para dificultar no sólo esas transacciones sino también los viajes de estadounidenses a la Isla.

La enmienda de Baucus pretendía abrir una puerta para que La Habana no tuviera que pagar al contado. La actual legislación exige el abono del importe antes de que los cargamentos zarpen de puertos estadounidenses.

El senador Jim Bunning, republicano de Kentucky, dijo a testigos que comparecieron en favor de La Habana en la audiencia que la apertura comercial que estaban buscando "sólo beneficiaría a la clase gobernante" cubana.

 
 
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