Crónica           IMPRIMIR
13 de dciiembre de 2007

¿Cuál será el PIB de 2007?

Fabián D. Arcos

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Como cada diciembre, y a veces con más expectativas que con los regalitos que se puedan recibir en Navidad, los especialistas, conocedores y aficionados a las cifras económicas esperamos la divulgación del PIB nacional.

La incógnita se despeja a finales de mes, cuando la Asamblea Nacional se reúne y el ministro de Economía valora el año transcurrido y da las pautas económicas del por venir. Pero desde antes, con pronósticos y diversos datos públicos o no de la marcha de la economía, algunos se atreven a hacer vaticinios. Ni siquiera la fiebre beisbolera de la recién iniciada serie nacional impide estos pronósticos.

A finales del pasado año José Luis Rodríguez, ministro de Economía, anunció que para el presente el PIB tendría una disminución respecto al logrado en 2006 (12,7) y que estaría sobre el 10%. Ello debido a que los niveles alcanzados en el año precedente no se podían mantener dado la inestabilidad de los precios en el mercado internacional y haberse logrado un incremento en los servicios sociales que no era posible sostener.

Algunos especialistas del patio, en especial del Centros de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), entendían que inclusive con la nueva metodología para determinar los valores del PIB este no superaría el 8 %, con lo cual la economía registraría una verdadera desaceleración. Y sus pronósticos, sin entrar en lógicos detalles, se corroboran con el comportamiento del año.

La subida de los precios de la mayoría de los productos alimenticios, como lógica consecuencia del repunte realizado por el petróleo, obliga a un mayor desembolso de divisas, superando así la tan divulgada de 1,000 millones dedicados a garantizar la canasta básica de la población. Ello repercute de manera negativa sobre los valores a contabilizar en el cálculo del PIB.

Otro tanto pasa con la industria azucarera. El pasado año el precio promedio mundial del azúcar estuvo en 14,95 centavos de dólar por libra. Y para este año se calcula en unos diez centavos, por lo que la merma producida en la zafra también repercute desfavorablemente. Si a ello se suma que por el déficit de producción hubo que importar 200 mil toneladas de refino de baja calidad, se calcula que este año se eleve esa compra con claro perjuicio para la balanza de pagos.

La producción nacional de alimentos ha resultado insatisfactoria, agravando el déficit de los mismos en los mercados nacionales. En el transcurso del primer semestre de este año, el de mayor peso en los totales cosechados, se aprecian descensos significativos en la producción de tubérculos y raíces, en especial la papa, que tuvo una mala cosecha por razones climatológicas.

También disminuyó la producción de hortalizas, en especial tomates y pimientos, aunque se reporta un ligero incremento en la recolección de plátano, cebolla, ajo, arroz, frijoles, maíz, cítricos y frutas tropicales. Pero esos incrementos son sobre la base de igual período del pasado año, que resultaron a su vez los más bajos del último trienio.

En la ganadería vacuna decrece la producción de carne, mientras que la de leche se incrementa por una mayor incorporación de vacas al ordeño. Pero el promedio de litros por vaca en cada día de ordeño sólo alcanza la cifra de 3,2 litros, muy baja. La producción de carne de ganado porcino se incrementa, así como la de huevos, pero en esta última se evidencia un deterioro en sus indicadores de eficiencia, como la reducción del número de huevos por ponedora y aumento de la cantidad de pienso consumido por huevo obtenido, esto último grave en medio del alza del costo de los piensos. Todo esto induce a pensar que la producción agropecuaria no será un factor clave en el crecimiento económico del país.

El pasado año el níquel desempeñó un papel primordial por sus altos precios en el mercado. Aunque de forma general se mantiene, en ciertos momentos se registraron algunos descensos del precio durante el año. Las fuertes lluvias de octubre y noviembre paralizaron también la extracción de mineral en las minas a cielo abierto. No obstante, este año continuará como uno de los principales aportadores a la economía y al PIB.

Los incrementos en la extracción de petróleo y gas acompañante, así como lo relacionado con la generación de electricidad aportan crecimientos aunque no tan elevados como para variar la tendencia del crecimiento nacional. También el precio del petróleo en el mercado internacional influye negativamente en el PIB, pues aunque la mayoría es subsidiado por Venezuela, este se paga a la mitad del precio del mercado internacional, de ahí un mayor gasto de divisas en ese orden.

La otrora “locomotora de la economía”, el turismo, se considera que no alcanzará los 2,3 millones de visitantes estimados, ya que según informes del primer semestre de este año había disminuido en el 10 % en comparación con igual período del año anterior. En esto ha influido considerablemente la depreciación de las divisas que hace más caro los paquetes turísticos, una pérdida de la calidad frente a competidores del área como Cancún y República Dominicana, y las restricciones del gobierno norteamericano que limitan considerablemente el número de cubanos-americanos en la Isla.

Sin embargo, los estudiosos de la economía consideran que lograr el esperado 8 % puede parecer un poco irreal ante los resultados económicos, y algunos se inclinan a disminuir esa cifra hasta el 6 %.

Pero no nos extrañemos que en la última sesión de la Asamblea Nacional el alentador ministro anuncie que el plan se cumplió, que pese a todos los percances y vicisitudes hemos crecido al 10 %. A lo mejor desde un hospital donde se guarda el principal secreto de estado, o desde un estado mayor donde se reúnen los generales con cargos en la economía le hayan ordenado que el PIB no puede bajar de los dos dígitos.

 
 
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