Crónica           IMPRIMIR
10 de diciembre de 2007

Dualidad con aroma de café serrano

Odelin Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Eran alrededor de las 6 AM del miércoles 21 de noviembre. Soriano Freire, un ex teniente coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionaria terminó de vender su último termo de café en la primera parada del metro bus (M6), conocido popularmente como “camello”.

Soriano se acercó a la cola del camello y preguntó:

-¿Quien me puede vender un peso convertible?

Al reclamo, accedió una estudiante. El canje se realizó con cierta desaprobación por parte de la joven, quien recibió el volumen de veinticuatro monedas de un peso.

Horas después, un grupo de disidentes, organizados por la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales, presentaban ante el Parlamento Cubano 10 738 firmas exigiendo la eliminación de la doble circulación monetaria.

El excombatiente Freire suele atrincherarse sigiloso detrás de una columna, artillado con coladas de café conservadas en termos y enmascaradas dentro de una jaba artesanal de mimbre. Impone sus requisitos. Nada de pregones, ni tumultos de clientes a su alrededor.

Soriano comentó en voz baja que su menuda e ilegal jornada terminó más temprano que de costumbre. Cincuenta tazas de café, al costo de un peso cada una, le proporcionaron veinticuatro pesos de ganancia.
Dice utilizar el resto como fondo para su negocio. A diario, invierte en polvo de café serrano mezclado con chícharos, además de en detergente y algunos vasos desechables.

Para el estado, la dualidad monetaria es una de las razones que mantienen a flote el deterioro económico en la isla. La doble circulación monetaria viene aparejada a una notable devaluación del peso cubano, así como a la invalidez de los salarios y a un incremento paulatino de los precios del mercado.

El economista Ariel Terrero Font, en su habitual espacio de la tele revista Buenos días, el 4 de diciembre, refiriéndose a la devaluación del peso cubano (MN) apuntó:

“El año pasado, la productividad creció a un ritmo tres veces inferior al crecimiento del salario (…) En mi opinión, ese es uno de los principales conflictos que enfrenta hoy la economía cubana”

El grueso de los productos de primera necesidad se vende en las tiendas recaudadoras de divisas (TRD), por lo que se hace necesario adquirir pesos convertibles (CUC) en el mercado subterráneo o en las casas de cambio (CADECA) habilitadas para tal efecto.

Regularmente, estas casas de cambio compran la moneda dura al cambio de 24 pesos MN por 1 CUC. Esporádicamente, venden, según la divisa recaudada, a 25 pesos nacionales por 1CUC.

La dualidad trae consigo el bandidaje y la falsificación de billetes, sobre todo pesos convertibles. Algunos vándalos, empleados del mercado negro, se ubican en los alrededores de las casas de cambio para la compra y venta de CUC.

Ahora, la Asamblea Nacional tiene 60 días para digerir la propuesta de los firmantes por una sola moneda. Obviamente, el veredicto no está en manos del parlamento. El alto mando verde olivo, sordo y mudo, no admite referendos ni proyectos de ley.

Aceptar la propuesta sería desplomar la economía cubana y privar de las riquezas a la gerencia comunista bajo la tutela del estrellato militar.

El metro bus asomó su nariz por la circunvalación. La joven guardó sus 24 monedas en una pequeña cartera. Soriano se retiró de su labor diaria, tarareando en voz baja qué hacer con el peso convertible comprado. Quizás un paquete de detergente para fregar los vasos desechables en que sirve el café.

Para muchos cubanos, la doble moneda es absurda, pero inherente a la subsistencia. Para los gobernantes, una penalización ahora licitada por las circunstancias. Para Soriano Freire, es una dualidad con aroma de café serrano.

 

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