7 de diciembre de 2007
 
 
             
 

Cuba: Iglesia y Gobierno superan incidente por irrupción policial

LA HABANA (AFP) — El Gobierno de Cuba se disculpó este jueves con la Iglesia Católica por la irrupción de la policía en una parroquia de Santiago de Cuba para detener a un grupo de opositores, con miras a que el hecho, sin precedentes, no se vuelva a repetir, afirmó una autoridad eclesial.

El arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García, aseguró que le fueron presentadas las excusas en una reunión con un funcionario de la Oficina de Asuntos Religiosos de esa provincia y un miembro del Departamento Ideológico del gobernante Partido Comunista.

"Lamentaron mucho y ofrecieron las disculpas por los acontecimientos. Mirando a futuro desearon que no hubieran ocurrido estas cosas", declaró el prelado a la AFP, vía telefónica desde Santiago de Cuba, segunda ciudad de la isla, 900 km al sureste de La Habana.

Monseñor García subrayó que la conversación fue "fructífera" y que le explicaron que "en el momento de la situación, el descontrol, hubo poco tacto, poco tino, a la hora de hacer las cosas".

Los hechos ocurrieron el martes, luego de que unos 25 disidentes vestidos de negro marcharon por calles de Santiago de Cuba, y se dirigieron al templo Santa Teresita, en cuyo salón parroquial fueron detenidos más de 20, que ya quedaron en libertad, según una ilegal comisión de derechos humanos.

"Creo que estas cosas hay que evaluarlas siempre de una manera dinámica, en el sentido de mirando hacia el futuro y evitar que situaciones como éstas pasen. A nadie le conviene que esto pase y nadie quiere que esto pase", comentó el arzobispo.

García dijo haber dejado claro que el hecho fue "lamentable". "Pero contribuyó a que conversáramos este aspecto que tiene que ver tanto no solamente con la vida de la Iglesia sino de toda la sociedad", y quedó superado el incidente con la expectativa de que no se repita, añadió.

Según el párroco de Santa Teresita, José Conrado Rodríguez, crítico del Gobierno, policías uniformados y vestidos de civil entraron "echando gases" y "dando golpes y gritería", en lo que calificó de "grave acto de violencia".

Hasta ahora el Gobierno, que acusa a los opositores de mercenarios al servicio de Estados Unidos, no emitió una versión oficial del incidente, que nunca antes había ocurrido en 49 años de revolución, ni en periodos de mayor tensión con la Iglesia.

Las complejas relaciones entre el Gobierno del ahora convaleciente líder Fidel Castro y la jerarquía católica han sido ondulantes en casi medio siglo, con épocas de fuertes desencuentros, en los años 60, y otras de cohabitación como la actual.

"Las relaciones dependen de la voluntad de las partes y de las personas y los acontecimientos a veces son tristes y no deseables pero pueden ayudar a resolver problemas (...). El diálogo nunca se puede cerrar", aseveró García.

El secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, José Félix Pérez, calificó el suceso de "inusitado" y dijo esperar que "sea un hecho muy aislado".

El cardenal cubano Jaime Ortega opinó recientemente que las relaciones Iglesia-Estado son ahora "buenas" y se encuentran "en lenta, pero progresiva mejoría".

De hecho la Iglesia espera que la visita en enero del secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, amplíe los entendimientos logrados tras la visita del papa Juan Pablo II, hace 10 años.

Para la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), presidida por Elizardo Sánchez, lo ocurrido responde a una "política de represión" y acción "preventiva" ante planes de la disidencia por el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.


 
 
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