3 de dciiembre de 2007
 
 
Crónica            
 

Cultura soterrada

Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Existe un país real con un diseño virtual en su estructura. Es la Cuba distorsionada por los propagandistas del sistema a través del periódico Granma, el Noticiero Nacional de Televisión y la Mesa Redonda informativa. Ofrecen una mirada complaciente hacia dentro e hipercrítica sobre los sucesos internacionales.

Tal percepción excluye las críticas al gobierno y las denuncias del lado oscuro de la realidad insular.

La imagen de plaza sitiada que presentan los mercaderes de nuestros medios informativos y culturales no satisface las expectativas de las personas, ávidas de opciones culturales y recreativas menos asfixiantes, desde telenovelas brasileñas o cubanas al video musical, humorístico o político procedente de Miami, México o Madrid.

Coexiste un mercado cultural soterrado a domicilio. Los soportes son tan diversos como las ofertas. Los vendedores brindan folletos, libros, casetes, CD, DVD y, en menor medida, filmes, conciertos y telenovelas en VH y Beta. La opción rompe el bloqueo informativo impuesto por el cine, la televisión y otras instituciones culturales del país, todas al servicio del estado y de la retórica oficial.

Aunque han surgido videos club y productoras musicales clandestinas, la mayoría de los filmes y documentales que circulan de manera informal llegan desde esas “provincias cubanas” del exterior: Miami, New York, Madrid, México, Caracas y Puerto Rico. Vienen a través de Internet y de turistas o funcionarios que los “queman” en CD o DVD y los distribuyen, discretamente, entre amigos y familiares.

Gozan de popularidad las telenovelas foráneas y algunos programas de Radio y Televisión Martí, como las “mesas retontas”, la “Oficina del jefe”, la “Pantalla de azogue” y los humorísticos de “Tres Patines” y del actor exiliado “Boncó Quiñongo”; los cuales compiten en desventaja (por las interferencias) con los de factura interna “Punto G”, “Deja que yo te cuente” y “Jura decir la verdad”.

Si bien el humor es una mirada diferente que satiriza las situaciones cotidianas, los vendedores a domicilio ofrecen opciones “más serias” y comprometidas.

Hace poco, al revisar mi correo electrónico, recibí desde Arizona una propuesta de documentales sobre Cuba que transitan en Internet. Imprimí el listado de videos y visualicé algunos, pero no pude pasarlos a la memory flash ni a otro soporte. Comprobé más tarde que varios de ellos integran las propuestas de los mercaderes clandestinos.

Entre los videos recibidos hay de todo: humor, historia, política, música, etnología, béisbol, culinaria, periodismo, educación, ecología, arte y problemas de la actualidad cubana. Todos guardan distancia del discurso oficial y expresan un margen de libertad creativa difícil de alcanzar para los realizadores sometidos a la censura del castrismo.

No es posible precisar la demanda por tema o título, pero al conversar con vendedores y consumidores me percato que algunos circulan como pan caliente entre artistas e intelectuales poseedores de video, DVD y computadoras. A veces el intercambio es entre funcionarios y profesionales con acceso a Internet en sus centros laborales, principalmente en universidades e instituciones científicas.

La mercadería espiritual contiene entrevistas y conciertos de artistas exiliados como Maggie Carlés, Willy Chirino, Celia Cruz y Olga Guillot. La música comprende, además, videos sobre Benny Moré, Miguel Matamoros, María Teresa Vera, Ignacio Villa, Barbarito Díez y Los Zafiros.

La lista de filmes sobre historia y política abarca La historia de Cuba en la voz del ensayista Carlos A. Montaner, documentales sobre la muerte de Ché, la familia del ex presidente Mario García Menocal, el político Aureliano Sánchez Arango, el senador Mel Martínez y entrevistas al general Rafael Del Pino y el coronel Daniel Alarcón Ramírez. Este tipo de material tiene gran demanda entre opositores e intelectuales. Incluye videos sobre la historia de la oposición cubana, el surgimiento y caída del comunismo y textos y documentales acerca de Fidel Castro, el sistema carcelario del país y los cinco espías condenados en los Estados Unidos.

Circulan también películas de interés etnográfico: Los chinos en Cuba, Los pregoneros cubanos, El caballero de París, Los rastafaris y Los buzos (nuevos mendigos). Otros materiales fílmicos sobre tramas prohibidas completan la oferta de interés general elaborada fuera de la isla.

De mayor demanda son algunos filmes obstaculizados en el país: Video de familia, Imágenes de la Cuba republicana, Las Damas de blanco y los documentales 90 millas, Café con leche y El nuevo exilio.

Algo similar sucede con libros y folletos que irrita a funcionarios y censores.
A pesar del miedo y la cautela, estas muestras de la cultura encubierta iluminan el laberinto de la realidad insular desde Miami, Madrid o México.

 

 

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