Cultura
soterrada
Miguel Iturria Savón
LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Existe
un país real con un diseño virtual en su estructura.
Es la Cuba distorsionada por los propagandistas del sistema a través
del periódico Granma, el Noticiero Nacional de Televisión
y la Mesa Redonda informativa. Ofrecen una mirada complaciente hacia
dentro e hipercrítica sobre los sucesos internacionales.
Tal percepción excluye las críticas
al gobierno y las denuncias del lado oscuro de la realidad insular.
La imagen de plaza sitiada que presentan los mercaderes
de nuestros medios informativos y culturales no satisface las expectativas
de las personas, ávidas de opciones culturales y recreativas
menos asfixiantes, desde telenovelas brasileñas o cubanas
al video musical, humorístico o político procedente
de Miami, México o Madrid.
Coexiste un mercado cultural soterrado a domicilio.
Los soportes son tan diversos como las ofertas. Los vendedores brindan
folletos, libros, casetes, CD, DVD y, en menor medida, filmes, conciertos
y telenovelas en VH y Beta. La opción rompe el bloqueo informativo
impuesto por el cine, la televisión y otras instituciones
culturales del país, todas al servicio del estado y de la
retórica oficial.
Aunque han surgido videos club y productoras musicales
clandestinas, la mayoría de los filmes y documentales que
circulan de manera informal llegan desde esas “provincias
cubanas” del exterior: Miami, New York, Madrid, México,
Caracas y Puerto Rico. Vienen a través de Internet y de turistas
o funcionarios que los “queman” en CD o DVD y los distribuyen,
discretamente, entre amigos y familiares.
Gozan de popularidad las telenovelas foráneas
y algunos programas de Radio y Televisión Martí, como
las “mesas retontas”, la “Oficina del jefe”,
la “Pantalla de azogue” y los humorísticos de
“Tres Patines” y del actor exiliado “Boncó
Quiñongo”; los cuales compiten en desventaja (por las
interferencias) con los de factura interna “Punto G”,
“Deja que yo te cuente” y “Jura decir la verdad”.
Si bien el humor es una mirada diferente que satiriza
las situaciones cotidianas, los vendedores a domicilio ofrecen opciones
“más serias” y comprometidas.
Hace poco, al revisar mi correo electrónico,
recibí desde Arizona una propuesta de documentales sobre
Cuba que transitan en Internet. Imprimí el listado de videos
y visualicé algunos, pero no pude pasarlos a la memory flash
ni a otro soporte. Comprobé más tarde que varios de
ellos integran las propuestas de los mercaderes clandestinos.
Entre los videos recibidos hay de todo: humor, historia,
política, música, etnología, béisbol,
culinaria, periodismo, educación, ecología, arte y
problemas de la actualidad cubana. Todos guardan distancia del discurso
oficial y expresan un margen de libertad creativa difícil
de alcanzar para los realizadores sometidos a la censura del castrismo.
No es posible precisar la demanda por tema o título,
pero al conversar con vendedores y consumidores me percato que algunos
circulan como pan caliente entre artistas e intelectuales poseedores
de video, DVD y computadoras. A veces el intercambio es entre funcionarios
y profesionales con acceso a Internet en sus centros laborales,
principalmente en universidades e instituciones científicas.
La mercadería espiritual contiene entrevistas
y conciertos de artistas exiliados como Maggie Carlés, Willy
Chirino, Celia Cruz y Olga Guillot. La música comprende,
además, videos sobre Benny Moré, Miguel Matamoros,
María Teresa Vera, Ignacio Villa, Barbarito Díez y
Los Zafiros.
La lista de filmes sobre historia y política
abarca La historia de Cuba en la voz del ensayista Carlos A. Montaner,
documentales sobre la muerte de Ché, la familia del ex presidente
Mario García Menocal, el político Aureliano Sánchez
Arango, el senador Mel Martínez y entrevistas al general
Rafael Del Pino y el coronel Daniel Alarcón Ramírez.
Este tipo de material tiene gran demanda entre opositores e intelectuales.
Incluye videos sobre la historia de la oposición cubana,
el surgimiento y caída del comunismo y textos y documentales
acerca de Fidel Castro, el sistema carcelario del país y
los cinco espías condenados en los Estados Unidos.
Circulan también películas de interés
etnográfico: Los chinos en Cuba, Los pregoneros cubanos,
El caballero de París, Los rastafaris y Los buzos (nuevos
mendigos). Otros materiales fílmicos sobre tramas prohibidas
completan la oferta de interés general elaborada fuera de
la isla.
De mayor demanda son algunos filmes obstaculizados
en el país: Video de familia, Imágenes de la Cuba
republicana, Las Damas de blanco y los documentales 90 millas, Café
con leche y El nuevo exilio.
Algo similar sucede con libros y folletos que
irrita a funcionarios y censores.
A pesar del miedo y la cautela, estas muestras de la cultura encubierta
iluminan el laberinto de la realidad insular desde Miami, Madrid
o México.
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