DESDE
LA CARCEL
El taxi
Normando Hernández González.
Condenado a 25 años de prisión durante
la ola represiva de 2003, que cumple en Pinar
del Río. Reside en Camagüey.
PRISION KILO 5 ½, Pinar del Río,
Cuba - Septiembre (www.cubanet.org) - No posee
taxímetro, no se alquila y no es un automóvil.
Mide 1.60 metros de estatura, pesa 54 kilogramos,
tiene extremidades superiores e inferiores y un
quiste en el ojo derecho que no ha sido operado
por falta de atención médica. Se
llama Ignacio Quintana Soa, tiene 39 años,
y por ser hiperactivo le dicen "El Taxi".
La historia de este ser humano, hombre sincero,
desenfadado y dispuesto a servir al prójimo
en cualquier momento, es semejante a la de miles
de cubanos que sufren prisión aquí,
en la Mayor de las Aantillas.
Descalzo, vistiendo un short gris y una camiseta
azul, se le ve ir y venir a toda velocidad a cualquier
hora del día por los pasillos del área
2 de la Prisión Provincial Kilo 5 ½
de Pinar del Río, haciendo favores a sus
compañeros de infortunio.
Cuenta que, agobiado por la pobreza, la desesperanza
y la falta de experiencia, en 1996 se introdujo
en una bodega junto a otro joven y se robaron
alrededor de 40 ruedas de cigarrillos. Por ese
delito fue sancionado a seis años de privación
de libertad. En aquel entonces, trabajaba como
ayudante de construcción y ganaba 118 pesos
cubanos (menos de 5 dólares al mes). Por
buen comportamiento, a los dos años y siete
meses fue puesto en libertad condicional.
Dice que desde que le dieron la libertad se puso
a trabajar en un contingente de la construcción
en La Habana, donde ganaba casi 400 pesos moneda
nacional cada mes, porque estaba vinculado y que
a pesar de que el dinero no le alcanzaba, no se
metía en nada porque no quería problemas
con las autoridades.
La mala suerte tocó a la puerta de "El
Taxi" por segunda ocasión ¡Y
de qué manera!
Ahora está cumpliendo 22 años de
cárcel en la Causa 450 del año 2000
de la radicación de la Sala Primera de
lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Pinar
del Río por un supuesto delito de robo
con fuerza en las cosas.
Este nuevo crimen, el cual jura no haber cometido,
fue robarse 70 libras de arroz en una bodega.
Cuando sus amigos le preguntan si no piensa hacer
alguna reclamación o pedir una revisión
de su causa, se le ve ponerse nervioso, sale corriendo
y regresa con un documento oficial, fechado en
Ciudad de La Habana el 14 de enero de 2003 y firmado
por la Licenciada Odalys Fernández Fuentes,
Fiscal Jefe de la Dirección de Protección
de los Derechos Ciudadanos de la Fiscalía
General de la República de Cuba, donde,
entre otras cosas, en su tercer punto afirma:
"La sanción impuesta en su caso no
se puede catalogar de excesiva dada sus características
personales, pues al momento contaba con 34 años
de edad y se encontraba en libertad condicional
por la comisión de otro delito de robo
con fuerza en las cosas, lo que determinaba en
su caso no sólo la posibilidad de imponer
un mínimo de 20 años de privación
de libertad como hizo el juzgado sino también
de duplicarla inclusive".
El Taxi lleva seis años cumplidos de los
22 que el tribunal le impuso.
Como buen cubano que se ríe de su propia
desgracia, asegura: "Tendré que hacer
muchos cambios de neumáticos, efectuar
varias reparaciones y llenar incontables veces
el tanque de gasolina para poder transitar a todo
lo largo de la sanción" y como profeta
exclamó concluyendo: "Si no pasa algo
en Cuba".
Trabajo enviado a Luis Esteban
Espinosa por el periodista independiente y preso
de conciencia, condenado en la Primavera del 2003
a 25 años de prisión, Normando Hernández
González.
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