CRIMEN
El fantasma del arte
Karell Infante Mantilla, Jóvenes sin
Censura
HOLGUIN, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) - Cuba
es desde hace 47 años, y desde Maisí
a San Antonio, territorio de operaciones de una
vulgar mafia, que como todas que se "respete",
tiene su mercado cautivo con un "padrino
en La Habana", regímenes en todas
las provincias y hasta escuelas para formar capos.
Por lo extenso del tema, hoy me voy a referir
sólo a una de sus líneas de acción:
El tráfico de obras de arte.
Para los cubanos no es un secreto que por las
calles de ciudades, pueblos y bateyes desde hace
muchos años se mueven personas sin vínculo
laboral ni estudios que aprovechando el hambre
del pueblo ofrecen dinero en efectivo y pagan
al instante cualquier obra de arte que les interese.
De más está decir que los precios,
son ridículos.
Nadie los molesta. Para la policía, no
existen, y no se les aplican las leyes de peligrosidad
social. Compran desde pinturas y esculturas hasta
porcelanas y muebles antiguos. En caso de duda
con la autenticidad de una pieza, solicitan el
"concurso desinteresado" de un especialista
del museo provincial más cercano. No emiten
recibos ni necesitan documentos legales. Cualquier
objeto de oro también entra en el negocio.
De esa forma contribuyen con el tercer mejor negocio
ilegal del mundo, sólo superado por el
tráfico de drogas y armas.
La Oficina del Historiador de La Habana, con
Eusebio Leal a la cabeza, es el punto de referencia
siempre en caso de dificultades, como el del dueño
de un armario Luis XV que se resiste a aceptar
$400.00 dólares por él y hoy es
asediado por los "caritativos" traficantes.
Recientemente, leí en la revista Bohemia
que un ex camarero convicto en Estrasburgo confesó
haber robado 239 piezas en toda Europa, y por
ello es considerado uno de los más exitosos
ladrones de la historia. No niego que el susodicho
camarero sea bueno en su negocio, pero ante el
"capo" cubano, es sólo un aprendiz.
Los conocedores del tema en Cuba emiten sólo
leves destellos al tocar el "tema prohibido",
pues es conocido que la mafia no admite competencia
en su territorio, si no recuerden qué sucedió
en Italia durante el gobierno de Mussolini.
En la antes mencionada revista cubana, el Director
del Registro Nacional de Bienes Culturales de
Cuba, José Menéndez Vieira, comentó
que hace 47 años se casó y pasó
su luna de miel en el emblemático hotel
Habana Riviera, donde se fotografió con
su esposa ante la escultura realizada por Florencio
Gelabert. "Si cuando cumpla 50 años
de casado la obra no estuviera, mi memoria histórica
quedaría muerta", con estas palabras,
el funcionario cubano reconoce la posibilidad
de que esta obra sea robada antes de sus bodas
de oro. Él, como todos, sabe que en Cuba,
opera una sola mafia.
El hecho de que un hijo de Eusebio Leal viva
en España, sea dueño de una agencia
de viajes y viaje a Cuba casi todos los meses,
tal vez sólo sea una muestra de las ventajas
que tiene ser hijo de los máximos del país
y desmienta la hipócrita desigualdad castrista,
pero también puede que sea además
una vía para sacarle el agua al coco. De
cualquier forma, siempre serán para los
cubanos parte de la "cosa nostra".
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