CULTURA
Al compás del son
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) -
Una excelente factura nos ha brindado la escritora
cubana Maité Vera con su telenovela original
"Al compás del son", que va ya
por los cien capítulos y que está
pronta a finalizar. Trata de los años treinta
del siglo pasado, cuando el gobierno dictatorial
de Gerardo Machado daba sus últimos coletazos.
Saturada de diálogos amenos y racionales,
de una coherencia casi magistral, la telenovela
resulta bastante fiel a los acontecimientos de
la época, tal y como lo contaban nuestros
padres a los que pertenecemos a la tercera edad.
Si el público es quien realmente dice
la última palabra sobre la programación
televisiva, único entretenimiento del cubano,
la telenovela de Maté Vera ha obtenido
los lauros necesarios para situarse en el lugar
más alto.
"Al compás del son", junto a
su magnífica dirección, su humor
tan criollo y una trama que atrapó al más
indiferente desde sus primeros capítulos,
deja entrever asuntos de suma importancia para
la realidad cubana de hoy.
La dictadura de Gerardo Machado, que apenas duró
ocho años, no fue tan dura como se dice.
La misma novela de Maité refleja cómo
existía la propiedad privada; periodistas
que bajo un seudónimo lograban publicar
crónicas y artículos contra el régimen
en la prensa nacional, e incluso personas dueñas
de casas de huéspedes y organizaciones
privadas, como las que se mencionan en la telenovela.
Machado no hizo polvo la sociedad civil. El "asno
con garras", como lo llamaban, no se adueñó
de la Isla. ¿Es que entonces había
más libertad que hoy?
Me gustaría que Maité Vera, con
ese dominio que posee de la idiosincrasia del
cubano, de sus costumbres y modo de vida, escribiera
otra novela, pero basada en los tiempos actuales
y donde pudiera sustituir la porra de Machado
por las Brigadas de Respuesta Rápida que
dirige Fidel Castro, con el objetivo de amenazar,
difamar y golpear a la oposición pacífica.
En esa historia seguramente aparecería
algún que otro periodista independiente
encarcelado por escribir sobre la realidad cubana.
No importa si bajo un seudónimo o no.
Sería una historia donde no podrá
aparecer una casa de huéspedes, un vendedor
de periódicos en la escalinata del Capitolio
Nacional, fotingos comprados por músicos
de medio pelo, ni muchachas que quieran buscarse
la vida ofreciendo clases de canto en sus casas.
No le será nada fácil a Maité
Vera repetir "Al compás del son"
con el régimen castrista como telón
de fondo. Si lo hiciera, no hay directores ni
asesores capaces de seguirla. No quieren soga
para su pescuezo.
Aún así, gracias por el placer
que nos ha brindado "Al compás del
son".
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