SOCIEDAD
Ciber rebeldes
Luis Cino
LA HABANA, Cuba - Junio (www.cubanet.org) -
Están por doquier. Vienen de Estados Unidos,
de Latinoamérica, España. Brotan
como hongos tras la lluvia. Iracundos, profetas
del Apocalipsis. Ajenos a su tiempo y sus sociedades.
Onanistas unánimes del cambio social. Genéticamente
anticapitalistas, los guía y ciega el odio
al Tío Sam.
El sitio Rebelión.org los acoge. Amplifica
sus voces coléricas. Les da voto mediático
global. No se ruborizan de usar la más
eficaz herramienta de la globalización
capitalista: Internet.
Son la clonación de los rebeldes que fueron
y serán. Rebeldes con causa y sin ella.
Intelectuales y aprendices de amanuenses que revientan
por decir. Armados de razones y sinrazones critican
todo lo que no está ineludiblemente a la
izquierda.
Luchan contra la ocupación de Irak, la
globalización liberal, Israel, el FMI,
los abusos en Guantánamo y Abu Grahib;
la emisión de gases tóxicos, la
destrucción del Amazonas, la boda del Príncipe
Felipe de Borbón, el cine de Hollywood,
el ALCA, los matrimonios heterosexuales, Spiderman
y los símbolos cristianos.
Acusan a George W. Bush, entre otras cosas, de
encabezar una dictadura planetaria. Para ellos,
las democracias de Occidente son sólo plutocracias.
Su Biblia sigue siendo El Capital de Carlos Marx.
Sus profetas son Fidel Castro y Hugo Chávez.
Reciben revelaciones adicionales de Ignacio Ramonet,
Noan Chomsky, Howard Zinn, Michael Moore. Captan
y reciclan -vía satélite desde el
purgatorio- mensajes de Franz Fannon y Jean Paul
Sastre.
No brindan soluciones a corto plazo. Sólo
cantan a la utopía. No creen en la democracia
ni en el socialismo real. Por ahí debe
andar lo que buscan. Ellos se ufanan de ser políticamente
incorrectos.
Como dicen no ser excluyentes, no excluyen la
violencia como partera revolucionaria. Escogen
sus arcángeles, a discreción, entre
el subcomandante Marcos, Tiro Fijo Marulanda,
Evo Morales, Al Zarquaui, cualquier fedayin de
Hamas, o el más anónimo apedreador
callejero.
Como son solidarios a ultranza de la revolución
cubana, de sus nostalgias, quiebran lanzas por
ella. Repiten de memoria los argumentos del gobierno
cubano contra los periodistas independientes.
También somos silenciados, pero somos abominables.
Son generosos en calificarnos de mercenarios y
provocadores. Se preocupan por nuestras licenciaturas
y títulos universitarios. Nos reprochan
no publicar en Granma o La Jiribilla. Nos aconsejan
que no juguemos con fuego. Tenemos todo el derecho
del universo a estar en prisión.
Aseguran que un mundo mejor es posible. Para lograrlo
se esfuerzan con denuedo en que no lo sea. Ponen
zancadillas. Minan el Occidente e inflaman el
Oriente. Inventan apellidos a la democracia. Truecan
libertades por recetas mesiánicas y fórmulas
añejas y precisas para el fracaso.
Están ahí. Como hongos tras la lluvia.
A pesar de ellos, y gracias a ellos, el mundo
seguirá siendo mundo. Con espacio para
todos. Ni mejor ni peor. Sólo el mundo.
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