DESDE
LA CARCEL
¿Ola
de violencia o síndrome del Combinado?
José Ubaldo Izquierdo Hernández,
prisionero de conciencia condenado a 16 años
que cumple en la penitenciaría de Guanajay
GUANAJAY, Cuba - Julio (www.cubanet.org) - La
violencia que por estos días se "vive"
en la cárcel cubana de Guanajay (45 kilómetros
al oeste de La Habana) es ya un hecho preocupante
para la gran mayoría de los aquí
recluidos. A tal punto, que muchos han bautizado
la situación existente como "Síndrome
del Combinado".
Y no es para menos. Los últimos acontecimientos
ocurridos aquí la tarde-noche del jueves
30 de junio no dejan dudas de que los sucesos
acaecidos recientemente en la prisión habanera
Combinado del Este han influido ostensiblemente
en el calentamiento de la atmósfera penitenciaria
de Guanajay, y por ende, en muchas de las llamadas
prisiones de "máxima seguridad".
Otros cuatro reos resultaron heridos con armas
blancas (dos de ellos de gravedad) durante una
reyerta ocurrida el jueves 30 de junio al anochecer,
en el destacamento #6 de esta penitenciaría,
elevando a ocho el número de lesionados
(desde el 19 de junio de 2005), a lo que se suma
el suicidio de un recluso ocurrido el día
24 el propio mes.
El conflicto devino amotinamiento por parte de
un alcoholizado grupo de reclusos que bloquearon
la única puerta de acceso al destacamento
donde conviven alrededor de 80 prisioneros.
Mientras, en el interior del recinto carcelario
unos 30 militares, porra en mano, intentaban infructuosamente
penetrar la blindada puerta para procurar socorrer
a cuatro hombres que en el interior de la galera
se encontraban mal heridos y tomados como rehenes
de sus atacantes, visiblemente embriagados, según
testigos presenciales del hecho.
Alrededor de la medianoche, fuerzas especiales
de la policía y el Ministerio del Interior
de La Habana irrumpieron en el lugar, neutralizando
a los amotinados y rescatando a los acuchillados
rehenes que fueron trasladados de inmediato al
hospital de Guanajay.
Culminó así otra violenta jornada
en esta "asegurada" prisión,
donde las autoridades poco o nada hacen para disminuir
(al menos) el elevado consumo de bebidas alcohólicas
y psicofármacos, responsables directos,
junto al nuevo reglamento penitenciario, de las
constantes trifulcas que, sin lugar a dudas, hacen
de Guanajay un infierno dantesco.
El llamado "Sindrome del Combinado"
al parecer contagió, y mucho, al ya deteriorado
ambiente carcelario cubano, donde el común
uso de armas blancas como medio de protección
ante la palpable inseguridad en las prisiones,
hace de éstas un verdadero oeste, al estilo
de los inolvidables Henry Fonda, Ronald Reagan
y Charles Bronson.
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