SOCIEDAD
¡Cuidado con el hombre nuevo!
Jesús Hernández Medina, Cubanacán
Press
MANICARAGUA, enero (www.cubanet.org) - En medio
de las actividades del Bastión 2004, casi
al filo de la medianoche del domingo 19 de diciembre
fue apuñaleado el ciudadano Karel Montelier,
quien se vio envuelto en una masiva riña
callejera, muy de moda en la Cuba de hoy y en
especial en el montañoso municipio de Manicaragua.
Karel recibió tres heridas en su cuerpo
producidas por un pico de botella, una de ellas
en el costado izquierdo. El vidrio estuvo a milímetros
del pulmón y el corazón. Acá
estas acciones ya no constituyen noticia por su
cotidianidad. Tampoco causa asombro que siempre
las autoridades del orden público lleguen
tarde al lugar de los hechos.
Los cuerpos de la policía estaban enfrascados
en el polémico Bastión dándole
una lección al imperialismo y a la disidencia
interna. Así tenían desviada la
atención del pueblo de los verdaderos problemas
y las crecientes carencias materiales. Pero a
la hora necesaria estaban ausentes.
Lo que sí es noticia es que Karel estuvo
en le Hospital Municipal desde la medianoche hasta
pasadas las dos de la mañana por falta
de una ambulancia que lo condujera al Hospital
Provincial. Ya allí fue atendido por un
cirujano el lunes 20 a las 9 de la mañana,
aunque ya había sido visto por otros galenos,
pero éstos no tenían criterio para
dar a los familiares un certero diagnóstico
del estado del paciente.
Los agresores de Karel como es de suponer no
son más que un grupo de jóvenes
descarriados, fauna que ha proliferado en la actual
sociedad cubana como una verdadera plaga, resultado
del empeño comunista de crear al "hombre
nuevo".
He ahí el resultado. Una juventud violenta
en grado superlativo, sin aspiraciones sociales
ni profesionales, con grandes carencias materiales
y morales y sin libertad.
Esta penosa situación ha sido fabricada
por un régimen empeñado en construir
una sociedad perfecta y con ella un hombre nuevo,
pero sobre la base de carencias morales y materiales,
la envidia, el antinorteamericanismo y la sumisión
o la falta de valor político.
Si se produce una reyerta popular, los protagonistas
son los hombres nuevos. Si existe un robo en un
patio o en una casa, ahí está el
hombre nuevo; pero si gritan a los cuatro vientos
palabras obscenas, detrás de esas voces
están hombres nuevos (o la mujer nueva).
Uso la palabra "hombre" genéricamente
y aclaro que en la riña del domingo 19
de diciembre participaron varias mujeres nuevas;
razón más que suficiente para pedir
a todos tener cuidado con el hombre nuevo.
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