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OLA
REPRESIVA
Preocupa a
familiares la salud de Víctor Rolando Arroyo
LA HABANA, 10 de junio (www.cubanet.org) - Elsa González Padrón,
esposa del prisionero de conciencia Víctor Rolando Arroyo Carmona,
manifiesta que está muy preocupada por el deterioro progresivo de la
salud de su esposo.
Afirma González Padrón que Arroyo ha bajado entre 15 y 20
kilogramos de peso, su presión arterial se mantiene alta y padece de
dolores de cabeza y diarreas.
Víctor Rolando Arroyo Carmona es periodista independiente y reside
en la provincia Pinar del Río. Es uno de los 75 disidentes encarcelados
durante la última acción represiva del gobierno cubano. Está
condenado a 25 años de privación de libertad e internado en el
Combinado de Guantánamo, prisión ubicada a alrededor de mil kilómetros
de su domicilio.
Estuvo 21 días en una celda de castigo porque no se paró en
atención ante un oficial. La celda mide 2,5 metros por 1,3 metros y no
tiene cama. Durante el día le retiraban la colchoneta y se la devolvían
por la noche. No le permitieron los alimentos que le llevó su familia.
Señala Elsa González que "pasados los días
reglamentarios de castigo (21), Arroyo permanece en la misma celda, ya no le
retiran la colchoneta y le entregaron los alimentos que le habíamos
llevado, que estaban mordidos por las ratas. Según le han dicho lo
mantienen en condiciones de castigo porque protestó por el tratamiento
cruel dado a un preso común llamado Aníbal, al que le falta un
brazo y lo esposaron del que le queda".
"Dice Víctor Rolando -continúa Elsa su relato- que el
hombre constantemente gritaba, quejándose de dolor y no lo atendían.
Llegó un momento en que él tampoco soportaba los lamentos del
condenado y comenzó a golpear con la cuchara en los hierros de la celda
para llamar la atención de los guardias, y éstos consideraron que
había cometido una indisciplina, lo que ha prolongado su estancia en la
celda de castigo".
Asegura la esposa del comunicador que ella le escribe diariamente y en la
prisión las autoridades leen las cartas, pero no las entregan al
prisionero. "Tampoco -agrega- le hicieron llegar la carta del párroco
de la iglesia a la que asistimos".
Al referirse a las dificultades que enfrentaron ella y la hija del
periodista para llegar a Guantánamo, cuenta que durmieron dos noches en
la terminal de fallos del aeropuerto José Martí, en la capital, y
cuando llegaron a la provincia oriental no pudieron hospedarse en casa de la
familia que las esperaba para darles albergue, porque la policía política
lo prohibió. Frente a la casa estaban apostados efectivos del Comité
de Defensa de la cuadra para hacer cumplir la orden.
"Para regresar -concluye Elsa- tuvimos que pagar por un turno a un
colero para comprar los pasajes. Si no lo hacemos así hubiéramos
estado dos o tres días marcando en la cola de los fallos".
Nota: Los coleros son personas que aprovechándose de las
dificultades que enfrentan los viajeros, organizan las colas para comprar los
boletines y siempre tienen varios turnos para vender a las personas que necesita
viajar. Estos turnos pueden costar hasta diez dólares. Los coleros están
en todas las terminales aéreas, ferroviarias y terrestres. cnet/01
Los artículos de Víctor Rolando Arroyo han
aparecido en CubaNet desde 1996. En julio de 1996 se publicó
El Tabaco,
un profundo análisis del cultivo del tabaco en Pinar del Río, la
principal zona tabacalera de Cuba. A los dos meses fue condenado a 18 meses de
prisión, donde tuvo que convivir con criminales comunes.
El 14 de enero de 2000, en otra farsa procesal Arroyo fue
enviado de nuevo a la cárcel, esta vez por seis meses, debido a su
participación en el Proyecto Reyes Magos del Milenio, mediante el cual se
repartieron juguetes a niños pobres de diferentes localidades. La policía
se apoderó de los juguetes que Arroyo intentaba repartir, envió a
Arroyo a la prisión y nunca devolvió los juguetes, legalmente
adquiridos en tiendas de venta en dólares de la ciudad de Pinar del Río.
Durante todos estos años, Arroyo se ha destacado
como periodista y líder cívico muy querido en su comunidad.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba controla el acceso a Internet.
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