MADRID, España.- Las autoridades deportivas de la Isla anunciaron este martes que cambiará de formato la Liga Élite del Béisbol Cubano, torneo que solo ha vivido una edición, y bastante lamentable, según los aficionados.
La II Liga Élite, prevista a comenzar el 4 de noviembre próximo, ya no contará con los equipos Tabacaleros, Portuarios, Centrales, Ganaderos, Agricultores, y Cafetaleros; sino que competirán los seis primeros lugares de la actual Serie Nacional de Béisbol (SNB), por lo que se conocerán al finalizar los cuartos de final de la SNB.
Tras el fracaso de la I Liga Élite, marcada por la falta de aficionados en los estadios, cabría suponer que este cambio de formato intenta contar con por lo menos los seguidores de esos equipos.
Cada equipo dispondrá de diez a 12 refuerzos y efectuará 40 juegos, ocho contra cada rival, en la fase preliminar que debe concluir el 22 de diciembre, dijeron las autoridades en una conferencia desarrollada en el Salón Adolfo Luque del Estadio Latinoamericano de La Habana, dirigida por el presidente de la Federación Cubana de Béisbol y Comisionado Nacional de la disciplina, Juan Reinaldo Pérez Pardo.
Durante el encuentro, reseñado por los medios oficialistas, también se precisó que del 26 al 30 de diciembre se recuperarán los partidos pendientes.
A los playoffs llegarán los cuatro mejor ubicados, compitiendo en dos subseries (primero contra cuarto y segundo contra tercero) de siete choques a ganar cuatro.
Las semifinales se disputarán entre el 6 y el 14 de enero de 2024, y la discusión del título será entre el 17 y el 25 de enero.
La I Liga Élite, de élite no tuvo nada
La I Liga Élite, desarrollada entre octubre de 2022 y enero de 2023, lejos de convertirse en el torneo amateur de mayor nivel de esta disciplina en el país como pretendía el régimen, confirmó una vez más el bajo nivel de la pelota actual en la Isla.
Desde antes de comenzar, desató polémica por la elección de los jugadores y su fecha de inicio tuvo que posponerse por el retraso en la llegada de los uniformes de los equipos, a cargo de la empresa Teammate, cuando Pérez Pardo había asegurado que toda la logística del certamen estaba garantizada.
Asimismo, estuvo marcado por el éxodo desenfrenado de los jóvenes peloteros cubanos, y quienes competían tenían prácticamente como única motivación asistir a la Serie del Caribe de Béisbol de Gran Caracas.
