Alejandro Oms, el Caballero del béisbol cubano

Fue el segundo mejor bateador de la Liga Cubana de Invierno, sólo por detrás de Cristóbal Torriente, ganó cinco títulos de bateo; además, en toda su carrera en las Ligas Negras profesionales, bateó por encima de 300.
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SAN LUIS POTOSÍ, México.- Alejandro Oms dejó una huella indeleble en el béisbol de su Cuba natal, Venezuela y Estados Unidos.

Ágil corredor y ladrón de bases, excelente bateador zurdo, a Oms se le atribuyó el récord de 40 jonrones a principios de los años 20.

Nacido en 1895 en el poblado de Santa Cruz, en la por entonces provincia Las Villas, se ganó el apodo de “El Caballero” y estableció récords de bateo por encima de .300 en 11 ocasiones, ocho de ellas consecutivas.

Su promedio de bateo en la Isla fue de .351 en el intervalo de 1922 a 1946, con cinco temporadas invernales intermitentes en las que no jugó en el país.

En 1917, Oms compitió con el Cuban Stars, un equipo de las Ligas Negras patrocinado por Alex Pompez, un ejecutivo estadounidense que fue propietario de las franquicias Cuban Stars y New York Cubans de 1916 a 1950.

El Cuban Stars era un equipo no afiliado que jugaba en la zona de Nueva York y en él Oms bateaba en quinto o sexto lugar en la alineación y ocupaba el campo izquierdo en los partidos.

Alejandro Oms

De ese primer contacto, el santaclareño pasaría a otros equipos en los años venideros.

En Cuba, entre 1920 y hasta 1922 jugó para Los Piratas de Matanzas, junto a Martín Dihigo, Tinti Molina y Pelayo Chacón, atletas con carreras distinguidas.

Durante esa década de 1920, además, era el jardinero central del gran outfield de las Cuban Stars de la Eastern Colored League en EE.UU.

En la temporada de 1922, el equipo recorrió Estados Unidos jugando contra clubes locales y contra la competencia de las Ligas Negras y en ese año, Oms logró 40 jonrones, una hazaña por la que empezó a ser conocido como el “Babe Ruth cubano”.

Durante los seis años de historia de la Cuban Stars, bateó en tercera posición, excepto durante dos años, en los que bateó en posición limpia detrás de Martín Dihigo.

Oms 1922-1923 con los Leopardos de Santa Clara (junto a Oscar Charleston, Pablo Mesa, Isidro Fabre, entre otros)

Años más tarde el jardinero regresó como bateador para ayudar a los New York Cubans a ganar el título de la segunda vuelta antes de perder ante los Crawfords de Pittsburgh en la serie de playoffs del campeonato de las Ligas Negras de 1935.

Esa temporada, su último año en las Ligas, Oms fue seleccionado para participar en el Juego de las Estrellas Este-Oeste. Terminó con un promedio de bateo de .332 en los años que pasó con los equipos cubanos en Estados Unidos.

Al final de su carrera y de su vida, en la década de 1940, jugó en Venezuela y fue el mejor jardinero defensivo de la liga en 1943.

Por sus notables hazañas en el campo de juego en su tierra natal, fue elegido miembro del Salón de la Fama cubano en 1944.

Oms fue el segundo mejor bateador de la Liga Cubana de Invierno, sólo por detrás de Cristóbal Torriente. Ganó cinco títulos de bateo y lideró la liga en slugging en cinco ocasiones. Ganó el premio MVP de la Liga Cubana de Invierno en la temporada 1928-1929.

En toda su trayectoria en las Ligas Negras profesionales entre 1922 y 1935, bateó por encima de .300.

Continuó dedicándose al béisbol hasta los 50 años y obtuvo el premio al mejor jugador defensivo de la liga venezolana en 1944, con 48. Murió en La Habana un 9 de noviembre de 1946.

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