¿Ahorro o muerte? (II parte. Final)
José Manuel Caraballo Bravo, APLA.
CIEGO DE ÁVILA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - De lo sublime a lo ridículo va un solo paso. Y a ese paso se camina por las calles de Morón. El gallo mecánico, símbolo de la ciudad, está amenazado de perder su canto, a las seis de la mañana y a las seis de la tarde, porque las brigadas de inspectores, cuyo lema es "Morón, municipio de Victorias", quieren ahorrar petróleo suprimiendo el canto del ave.
Por otra parte, a los bares y cafeterías se les exige que sus neveras, donde se encuentran cervezas y refrescos, mantengan los equipos apagados durante cinco horas diariamente. También los congeladores donde se guardan los helados hay que apagarlos.
Precisamente, un especialista en la producción de helados dijo a esta agencia que una nevera sin electricidad puede mantener la congelación del producto, pero sin abrirse constantemente. En el caso de las cervezas, maltas, jugos, refrescos y aguas naturales, están sentenciados a no ser consumidos porque a los cubanos nos gusta la cerveza bien fría, y el refresco también. Son las consecuencias inmediatas de la consigna de moda:
Ahorro o muerte. A largo plazo, nadie sabe lo que puede suceder.
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¿Ahorro o muerte? (I parte)
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