Crónicas          
10 de abril de 2008

Lista de precios

Juan González Febles

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubaet.org) - Cuba permaneció gobernada por más de cuatro décadas por alguien que nunca ha dejado de proclamar que es revolucionario. Esto generó que desde ese momento todo lleve esa condición modificadora adicionada.
Así surgieron la moral revolucionaria, la justicia revolucionaria, la amistad revolucionaria, el cine revolucionario y un sin fin de cosas inútiles presididas por una construcción anti natural y atípica, que nació torcida desde la ortografía.

La economía revolucionaria también participa de esta condición contra natura. Es la versión a capricho de una disciplina conocida y reconocida, que en el caso cubano fue recreada por alguien que nunca trabajó, el Comandante Fidel Castro.

Devenido con el tiempo y el desgaste en compañero Fidel, Castro nunca tuvo experiencia laboral de ninguna índole. Como el mismo ha reconocido, es un revolucionario profesional. Los revolucionarios son capaces de destruirlo casi todo e incapaces de construir cosa útil alguna. Ellos sólo hacen la revolución y la revolución por naturaleza lo destruye todo. Los pobrecitos no tienen  culpa de nada.

Cuba sufre una condición económica insostenible. El pueblo no trabaja porque el gobierno no paga adecuadamente; el gobierno no puede pagar, porque el pueblo no trabaja como es debido. Nadie ve solución a este dilema. Por lo pronto y como consecuencia insoluble, los precios de todos los artículos y en esto se incluyen los productos de primera necesidad, son ridícula e irracionalmente altos.

Nadie sabe cómo resolver esta situación. Por lo pronto, tiendas recaudadoras de divisas, se exhiben estos precios:

2.15 pesos cuc por una botella de un litro de aceite vegetal comestible

6.20 pesos cuc por una bolsa de leche en polvo de 1 Kg.

6 pesos cuc por un Kg. de carne de res de segunda

10.5 pesos cuc por un Kg. de carne de res de primera

60 centavos cuc por un paquete de 20 cigarrillos negros

1 peso por un paquete de 20 cigarrillos rubios

3.10 pesos cuc por un paquete de café de 230 gramos

45 centavos cuc por una manzana

75 centavos cuc por un  jabón de baño

1.90 pesos cuc por un tubo de pasta dentrífica

9.40 pesos cuc por una lata de atún

90 centavos cuc por una lata de cerveza

Para no hacer el listado interminable, concluyamos aquí. Señalemos que el salario promedio en el país asciende a 400 pesos, y que un peso cuc, al cambio equivale a 24 pesos.

La pregunta que nos hacemos todos es: ¿Cómo alimentar a una familia en estas condiciones, sin incurrir en eso que los revolucionarios llaman “ilegalidades”? ¿Por qué trabajar para una banda de irresponsables capaz de dar lugar a que se creara esta situación?

Alguien pudiera sugerir que la solución estaría en reducir los precios de los artículos. Pero esto tampoco es posible. Sería un remedio mucho peor que la actual situación.
El costo de ser revolucionario, se nos presenta como el más oneroso de la historia cubana. Pero algo aprendimos: No debimos confiar el futuro y el destino de la familia cubana a personas que no han sido capaces a nivel personal de fundar y cuidar una familia propia.
Tampoco al grupo de sinvergüenzas que lucró y contribuyó a la formación de esta situación insoluble.

Estas verdades se abren paso y se corporizan a nivel de pueblo en un proceso lento pero indetenible. Se acerca el final y se impone que este sea lo menos cruento posible. Hay que cerrar el juego en paz. Ya se ha perdido bastante. Eso que dieron en llamar revolución, le costó demasiado al pueblo de Cuba y no sirvió. Ojalá que el presidente Raúl y su vice Machado lo tengan en cuenta.

 


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