SOCIEDAD
Cupido en la prisión
de Castro Ahmed
Rodríguez Albacia, Jóvenes sin Censura LA HABANA, Cuba
- Marzo (www.cubanet.org) - Las historias son miles, los casos increíbles
y las implicadas padecen prisión por desear vivir como humanos y querer
emigrar a una tierra donde impere la democracia. Es increíble
pero verdadero que el señor Castro hace y deshace lo que le viene en gana
ante el mundo y nada pasa, nadie lo sanciona ni nadie lo señala. Luego
de mantener más de 300 presos políticos y perseguir religiosos,
ahora también desde hace algunos años no permite el amor entre una
cubana y un extranjero. Cuando esta relación comienza a dar sus
primeros pasos, la cubana termina con un juicio sumario y el turista puede seguir
en Cuba sin "ponerse pesado" ni criticar al gobierno, pues de lo contrario
llega inmigración y de devuelven a su país. ¿Por
qué no permitir que alguien se case con quien desee y emigre a donde quiera?
Una cubana conoce a un turista y debe casarse inmediatamente para no ir a
prisión. Pero si el extranjero desea conocerla más y ver que la
relación marche bien, ella debe pasar por miles de sofocones, vivir a escondidas
por tal de lograr su objetivo: emigrar. Muchas conocen al hombre indicado
y tienen hijos, pero el gobierno mantiene al turista engañado con un viejo
refrán que dice: "Conozca a Cuba primero y al extranjero después".
Muchas cubanas han recibido multas por conversar con extranjeros, que
no se explican por qué no los dejen dialogar con ellas. Sólo descubren
la realidad cuando llega el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI),
piden los carnés de los presentes y todos para la unidad. Algunas
de estas jovencitas se prostituyen, pero habría que ver ¿Por qué
prácticamente la mitad de la juventud cubana se encuentra en este bache?
Hay cientos de casos de trabajadores sociales, médicos, enfermeras,
ingenieros y hasta estudiantes universitarios que han dejado sus carreras y trabajos
porque conocieron un extranjero y desean vivir en un país con más
oportunidades. Existen más de 7 centros penitenciarios en Cuba
para las prostitutas. Pero cada día aparecen más jóvenes
entre los 14 y 20 años de edad que son sancionadas de 1 a 4 años
de privación de libertad, acusadas de peligrosidad, ley que el gobierno
inventó para controlar a la juventud. Mientras tanto, las jóvenes
tras las rejas pintan corazones rotos y flechados, esperando cumplir su sanción
y poder emigrar, pues Fidel Castro ni a Cupido respeta.
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