PRENSA INTERNACIONAL
Enero 29, 2007
 

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

Mal de salud el sistema cubano de atención médica

John Dorschner, The Miami Herald. 28 de enero de 2007.

Cuando el huracán Katrina azotó a Nueva Orleans, Fidel Castro estaba tan orgulloso de su sistema de salud que ofreció mandar a cientos de médicos para que ayudaran. ''Cuba tiene autoridad moral para expresar su opinión sobre este asunto, y para hacer esta oferta'', declaró.

"Hoy Cuba es el país con el mayor número de médicos per cápita en el mundo, y ningún otro país coopera con otras naciones en el sector de la salud tan ampliamente como Cuba''.

Ambos pronunciamientos podrían ser ciertos, pero lo que eso significa para los cubanos en cuanto a la atención médica es objeto de una amplia disputa.

Seis médicos cubanos, dos de ellos en la isla y cuatro en Miami, dicen que nadie debe fiarse de las estadísticas que Cuba reporta ante la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hilda Molina, una neurocirujana de La Habana que una vez administró un centro de cirugía de renombre internacional en esa ciudad, dijo a un grupo de estudios latinoamericanos que está segura de que "se ha manipulado los índices de salud en función de los intereses políticos-ideológicos''.

Carmelo Mesa-Lago, profesor retirado de la Universidad de Pittsburgh que ha estudiado la economía cubana durante décadas, indicó: ''Las estadísticas de Cuba eran confiables hasta la crisis'' causada por el colapso de la Unión Soviética en 1990. Pero desde entonces, los expertos dudan de su veracidad, con los serios problemas económicos que ha tenido el país. "No tenemos modo de verificar las cifras''.

Un portavoz de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), división de la OMS que recoge estadísticas sobre las Américas, dijo que el grupo no trata de verificar las cifras independientemente. "Nos basamos en las que los ministerios de Salubridad nos envían, indicó el portavoz Daniel Epstein.

Néstor Viamonte, que administraba una clínica de atención médica básica en Ciego de Avila, declaró que ganaba lo que la mayoría de los médicos en el 2003: 575 pesos, o aproximadamente $25 al mes, y tenía que vender carne de cerdo en su casa para poder cubrir sus gastos.

Ni siquiera un médico de alta posición puede sobrevivir con su sueldo del gobierno solamente. Roberto Ortega, que fue jefe de servicios médicos de las fuerzas armadas de Cuba durante 10 años antes de desertar en el 2003, dijo al Miami Herald que tenía que alquilar su Lada de 1996 como taxi los fines de semana para cubrir sus necesidades. "Todo el mundo trata de subsistir''.

Eso también se aplica a los pacientes, y muchos están descontentos con el cuidado que reciben. ''El servicio es de muy baja calidad'', declaró Darsi Ferrer, médico disidente de La Habana, en entrevista telefónica.

Ferrer dijo que se dificulta conseguir medicinas, e incluso análisis diagnósticos básicos como rayos X. ''Un solo médico tiene que encargarse de cuatro o cinco oficinas, y es responsable de unos 2,000 pacientes'', lo cual podría ser la práctica de un médico de cabecera del sur de la Florida excesivamente recargado de trabajo.

Ferrer y otros indicaron que el sistema cubano ha estado en un serio declive en años recientes, en parte al menos porque se está enviando a tantos médicos a ultramar. Según el órgano oficial comunista Granma, Castro dijo en septiembre del 2005 que una quinta parte de todos los profesionales de salud con educación universitaria (25,845) cumplían misiones internacionales en 66 países. De éstos, 17,651 eran médicos.

Según Alcides Lorenzo Rodríguez, jefe de atención médica primaria del país antes de desertar en el 2005, alrededor del 60 por ciento de los médicos generalistas de Cuba ahora están trabajando en Venezuela.

Esa escasez ha generado un sistema de mercado negro para los que están muy desesperados por recibir atención. ''Si uno va a hacerse un análisis, si uno quiere prioridad para ingresar a un hospital, puede pagarlo. Es como una especie de atención médica clandestina'', indicó Molina, el neurocirujano de La Habana que rompió con el gobierno cubano en 1994. Según dijo, algunas personas han tenido que pagar el equivalente de $50 o $60 para que les tomen rayos X.

También es difícil conseguir medicinas recetadas. ''Un niño con fiebre no consigue medicinas'', declaró Viamonte, que se fue de Cuba en el 2003 y ahora es técnico hematológico en el Mercy Hospital.

Ferrer indicó que muchas personas en La Habana están usando remedios de yerbas desarrollados hace siglos por africanos o por indios del Caribe, conocidos como "medicamentos verdes''.

''Aquí es muy difícil conseguir cualquier clase de medicina'', declaró Molina, y existe un mercado negro también. Una tableta del relajante muscular meprobamato cuesta entre $1 y $5.

Desde la perspectiva de los que trabajan en el giro médico, sus carreras están ''totalmente controladas'' por el Estado, según Viamonte. En el 2003, le ordenaron que se fuera a Venezuela con las ''brigadas de salud'', y sabía que si no iba lo castigarían. Fue, y huyó a EEUU un año después.

La redactora de The Miami Herald Elaine De Valle contribuyó a esta información.

jdorschner@MiamiHerald.com

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